Altjeringa, El Tiempo del Sueño

Mitología de la Creación Australiana

En un tiempo más allá del tiempo conocido, los grandes espíritus creadores formaron el Universo visible. Desde entonces, dos corrientes de tiempo discurren como dos ríos de forma paralela: un tiempo concreto, objetivo, plausible, otro tiempo eterno y místico que surge del sueño.

La traducción más exacta de El Sueño sería lo eterno o lo no creado. Como esa realidad que está más allá de lo concreto.

En un inicio, todo era silencio, todo era vacío. Entonces el Gran Espíritu Creador comenzó a soñar y así surgió El Tiempo del Sueño. De sus sueños surgían formas y colores y estas formas se convirtieron en elementos, de los elementos surgieron sus combinaciones y todos los movimientos conocidos como la lluvia, los rayos, el viento. Los elementos en el sueño del Gran Espíritu se movían y peleaban entre sí hasta que todo se calmó y en esta calma surgió el Mundo, el Cielo, la Tierra y el Mar. Tras mucho tiempo, en ella surgió la Vida. Poco a poco el sueño se complica y van surgiendo los infinitos matices y las maravillosas creaciones.

En el viaje a través de Altjeringa encontramos multitud de Espíritus de la Creación, nuestros ancestros creadores y guardianes. Cómo los Wandjinas, unos espíritus supremos que crearon la Tierra y las personas.

Al formarse el hombre, su único objetivo era cuidar la Naturaleza. Los humanos nacieron unidos a la Tierra con el objetivo de ser sus guardianes. Cuando la Tierra sufre, las personas sufren con ella, cuando una parte de la Naturaleza es destruida, una parte de los humanos desaparece.

Se dice que ciertas personas con capacidades especiales pueden introducirse en el mundo del sueño o el tiempo del sueño y así pueden ayudar a otras personas.

Todos surgimos del sueño, de allí proviene nuestro espíritu, y nuestra esencia eterna allí permanece vinculada. Esta parte nuestra eterna estaba en el Tiempo del Sueño mucho antes de esta realidad y continuará incluso cuando nuestro ciclo finalice. Se dice que entramos en el vientre materno allá por el quinto mes del embarazo, cuando el bebé se mueve por primera vez, y que estamos vinculados espiritualmente a la tierra del lugar que nos acogió para nuestro nacimiento.

Allá en el Tiempo del Sueño, los espíritus que hoy estamos presentes, ya nos reunimos como almas eternas mucho antes de que hubiese animales, plantas y personas, y pensamos en dar lo mejor de nosotros mismos para formar esta creación responsable y consciente.

Todo lo que conoces está interrelacionado y cada uno de tus actos, tus palabras e incluso tus pensamientos, deja una huella en el tiempo que se puede seguir hacia atrás enlazándonos a la gran red que acabaría en  los espíritus ancestrales de El Soñar.

Artículos de ensoñación

Libro: Galopando entre sueños

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