Canto de los grillos

¿Qué ocurre cuando reducimos el sonido del canto de los grillos?

Los grillos llegan a vivir entre 4 y 5 meses. En comparación con la vida humana es una pequeña parte.

Todo lo que nos rodea realiza un sonido, incluidas las estrellas. Un sonido, que, aunque seamos capaces de percibir, es probable que no podamos entenderlo.

El sonido de los grillos, la estridulación, surge al frotar sus patas traseras con la superficie áspera de sus alas. Es mismo sonido al reducirlo nos entrega una vibración de gran armonía.

 

 

Este se trata de un experimento que fácilmente puedes hacer en tu casa desde un grabación de grillos y un programa de edición de audio.

Jim Wilson ha ido más allá con una grandiosa composición en base a grabaciones de sonidos de grillos los cuales producen este hermoso canto. Se trata de una composición sin voces humanas ni instrumentos, únicamente grabaciones de grillos:

¿Cuántos ángeles caben en la punta de un aguja?, reza la frase popular. Muchos de nosotros en la infancia asociamos el canto de los grillos con las estrellas, con noches en las que salíamos al bosque. Los grillos parecen ser tan innumerables como las estrellas; las estrellas parecen ser los ángeles, como decía Borges, ya que son lo único que podemos comprobar que existe en el cielo. Las estrellas, nos dice la sabiduría pitagórica, hacen una música: la armonías de las esferas. Matemáticamente, reduciendo la velocidad de una grabación de grillos, sin ningún otro efecto, Robert Wilson ha conjurado un coro angelical. Los ángeles están en la hierba.

Los grillos producen su emblemático sonido –llamado «estridulación» — frotando sus alas con sus fémures. Éste, por supuesto, es un sonido sexual. Chirp, Chirp, así soñamos que también hacen las estrellas: onomatopeya del brillo, cintilación sonora.

 

 

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