Cuando uno se ama a sí mismo el corazón se puede abrir como una flor. Inevitablemente creemos a lo largo de nuestra vida que nos faltan muchas cosas para abrir nuestro corazón: sanación, personas, trabajo, mejor economía. Tendemos a pensar que hasta que no alcancemos gran parte de nuestros sueños seguiremos siendo ásperos en el corazón, y que sin razón es esta que nos lleva a un sin vivir. Inevitablemente caemos en la trampa de nuestro ego de alimentar más y más nuestros impulsos innecesarios para lograr una falsa felicidad y cada día, inevitablemente, nos alejamos más y más de una verdadera abertura del corazón.
Inicia el día amándote. Logra todo lo que desees a lo largo del día, todo lo que sientes, desde adentro, y evita ir contra ti mismo/a. Y de esta forma, tu corazón lucirá cada día más limpio y abierto.
La autoestima es la clave en el camino de crecimiento personal. Uno debe comenzar el camino no sanando sus miedos, sino mirándolos con amor. No se trata de deshacerte de todo aquello que has sentido y te producía dolor, sino que lo ames y lo consueles. Consolándote a ti mismo aprendes a abrazar todo aquello que la vida te traiga. Y si desperdicias el tiempo en alimentar más tu ego y tu falsa creencia en que puede ser que mañana seas feliz cuando seas más guapo, más rico, tengas a tu lado la persona de tus sueños, o tengas los hijos que crees necesitar, entonces muy probablemente continuarás en la misma situación que estás hasta el momento o peor, mucho peor, pues tus ilusiones y tus fueras las habrás desperdiciado en ir tu propia contra.
Controla tu deseo de tener, ser más, poseer, alcanzar. Alcanzar tus sueños, los sueños de tu corazón es algo muy hermoso, pero seguir tus deseos, aquello que aspira el ego, puede ser muy caro. Controla esa fuerza que te lleva a querer más. No lleva a ninguna parte. Realmente esa fuerza solo te aleja más y más de ti, haciéndote sentir más y más hundido y solo. En verdad solo necesitas amarte para sentirte lleno de felicidad
Cuando uno se ama se respeta, abre las puertas a las oportunidades de su vida, sabe amar a otros y se permite vivir con dignidad, con respeto, con libertad. Cuando uno se ama se cura las heridas y no se lastima más, no se expone a las situaciones que le dañan y tampoco se carga con dolor ajeno. Cuando uno se ama se siente feliz solo o acompañado. Descubre su propia belleza y no desea más ni confunde su propia belleza con una moda social. Cuando uno se ama no necesita tantas cosas, ni dinero. Pierde el egoísmo y aprende a valorar todo lo que tiene. Se vuelve agradecido, sencillo y respetuoso con los demás. Y sobre todo, cuando uno se ama, inicia un camino hacia la felicidad y la libertad.
Si aspiras alguna de estas cosas, sólo hay un secreto, que te valores. Pues al valorarte comienzas a descubrir todo lo que realmente necesitas para ser feliz, a ti mismo.
