El Sátiro

Texto, composiciones e interpretación: Altaïr García Alonso

Toda persona, por mucho que se reprima, guarda en el inconsciente de su mente un sátiro desesperado. Un sátiro que sólo el amor real podrá transformar. Sólo con la plena conciencia y el amor compasivo podemos iluminar las sombras de nuestro inconsciente. Y es necesario conciencia con una emoción realmente sincera para que este cambio puedan darse.

El sátiro es alegre, despreocupado, vaga por el mundo buscando un olor nuevo que le conmueva y su sed lasciva es incontrolable y salvaje. Aun contenido y preso, continúa siendo víctima del deseo.

El sátiro es el humano al natural, las emociones más intensas escondidas tras la máscara ridícula que todo humano se coloca. Y caminamos con esa máscara, identificándonos en ella, sin embargo, todos guardamos tras ella la mente del sátiro. Y aquella persona que se identifica con su máscara y no reconoce su inconsciente no podrá trascenderlo, más aun, actúa ridículo creyéndose ser lo que aparenta ser. El sátiro es la exaltación de la naturaleza, el éxtasis de todo sentir que acariciamos en cada parte de la vida sin velos ni tapujos.

La transformación mágica del sátiro se da cuando logra trascender su sed conmoviéndose por el amor verdadero y descubriendo así el mundo divino. Sin embargo esto es no nada fácil. El Sátiro busca las emociones intensas, la excitación y el placer del cuerpo por encima de todo. Huye de las relaciones tranquilas y amorosas, huye del amor y se entrega ciegamente a la pasión. Por eso no es fácil la transformación.

TEMA 1: EL SÁTIRO

En el camino de la vida el Sátiro es cambiante, alegre, no tiene centro, su centro son las emociones fluctuantes y siempre en movimiento. El sátiro saluda la vida con alegría y se entrega a ella conociendo sus secretos ocultos. Conoce la oscuridad, conoce su propia oscuridad, la ha aceptado y por ello también conoce la oscuridad que hay en ti. La puede sacar a la luz. La puede hacer resonar. Te embriaga del deseo donde puedes dormirte perdiéndote en placeres inconscientes sin fin, y allí te envuelve y disfruta a tu lado en un plano donde el reloj se detiene y las formas se tornan irregulares, aparentemente gratas y libres.

Sin embargo, el sátiro, al igual que todo lo que se abandona al deseo, no es completamente libre. Ni si quiera le importa estar con hombres o mujeres, sólo busca aquello que le mueva su instinto sexual.

TEMA 2: BUSCANDO ENTRE LAS FLORES

El mayor secreto del sátiro es su deseo de encontrar su hada. Él sabe que tal vez exista un hada para él. Tal vez la buscó por años, o siglos. A veces deja de buscar y se revuelca entre las ninfas olvidando su secreto. A veces tranquilo camina entre las flores frescas buscándola. Su bella hada. Ya no la busca con ansiedad, tras varios siglos, aprendió que su hada aparecerá cuando deba aparecer. Mas no puede dejar de buscar.

Cuando el sátiro tiene una relación esta no puede ser duradera, son relaciones intensas, llenas de peleas, discusiones, desencuentros, pues el sátiro busca la pasión y la química por encima de todo, y se une con personas donde la pasión es el motor que les une. La sexualidad se puede volver violenta y grotesca. El sátiro se vuelve grosero, vulgar, animal. Y aquello que pudo empezar con frescura y entusiasmo, rápidamente se convierte en algo animal, instintivo y sádico. Así que el sátiro, pronto recoge sus cosas y se aparta. Continúa su búsqueda.

Cuando al contrario el sátiro encuentra un amor sincero, sin orgullo, donde no prima la pasión y el desenfreno sino el cariño y la honestidad, él se aburre. No puede sentir complementación y rápidamente se aparta. Incluso más si el amor es intenso, porque eso haría que se transforme y poco a poco el sátiro desaparezca convirtiéndose en un ser total, integro y completo.

TEMA 3: LA TORMENTA

A veces el sátiro llora. Grandes nubarrones grises se arremolinan en el cielo. La tormenta se aproxima. Lloverá en todos los sueños, será un gran pantanal. Nadie podrá esconderse del llanto del sátiro. Sus lágrimas inundarán todo. Incluso su hada, sin conocerlo aún, sentirá el cielo tormentoso, sentirá miedo y se esconderá. El cielo está nublado. El suelo empantanado. Los rayos y truenos hacen temblar el suelo. El sátiro está triste porque su hada no está. Aun no la encontró y su nostalgia es profunda y amarga.

Cuando el sátiro llora todo se remueve. Algo se retuerce por dentro. Su dolor es profundo e intenso. Semejante a una tormenta descontrolada. Nada puede calmarlo. Tan sólo esperar a que se pase la intensidad y se calmen las nubes. No se puede hablar con él. No se puede abrazar. El dolor de separación, de soledad, ese dolor que genera ira. El dolor de comprender la ilusión en que vive, el dolor de sentir la desgracia y la miseria en su búsqueda y en su acción. El sátiro triste se siente vacío y se rinde al dolor.

TEMA 4: ENAMORADO

Tras años, siglos de búsqueda, un día el sátiro encuentra a su hada. El sol sale y todas las flores cantan. Las ninfas celosas espían al sátiro porque temen perder sus favores. Todas ellas se agitan y generan trampas para que él vuelva a ser quien era antes. Las aguas tranquilas acarician la vida y las mariposas revolotean entre las flores con dulzura. Suena música en el bosque y el galán se viste de seda para conquistar a su amada. ¿La engañará? ¿Se hará pasar por un simple duende, o un elfo, o tal vez un unicornio, para que ella confíe? O será sincero consigo mismo. Cuando el sátiro se vuelca en su hada el mundo desaparece. Se convierte en ojos que miran la flor más bella, en voz que habla a los oídos sensibles, el sátiro por momentos incluso olvida su deseo y sólo siente amor. Tan hermoso encuentro que todos los animales y seres del bosque celebran. El sátiro está cambiando. Su mirada brilla y se vuelve más transparente. Su hada se ríe ligera y su risa toca ablandando el corazón del sátiro que tanto tiempo alimentó las farsas y las fiestas.

Y claro que acontecen dudas. El sátiro intentará por todos los medios evitar dejar de ser sátiro. Quiere ser sátiro, quiere ser como siempre había sido, quiere incluso que su hada hermosa se convierta en una ninfa más para que él no tenga que sacrificar nada. A veces incluso tendrá ganas de escapar del amor, sintiendo de nuevo el deseo de ser libre. Cuando compara lo que siente con el éxtasis sexual al que se había acostumbrado, se notará vacío. Y por ello comparará a la ninfa, la intentará degradar a lo que él es o incluso tendrá que alejarse de ella para siempre aun con todo el amor que entre ellos hubiera. Pues el sátiro sabe que, si se deja llevar por el amor, dejará de ser el que antes fue. El amor iluminará esa sombra del inconsciente que le permite ser un sátiro. Sabe que si se une con esa hada, el amor será más profundo que el deseo de placer, y todo deseo, toda necesidad sexual, pasaría a un segundo plano. ¿Quién sería entonces él? ¿En qué se convertirá si eso ocurre?

TEMA 5: EN LA CUEVA DEL SÁTIRO

Tras el día viene la noche. Tras la oportunidad de ver, de elegir, la noche cubre el cielo y los instintos regresan. Las estrellas tintinean alegres en el cielo. El sátiro toma la mano de su hada y la quiere llevar a su cueva. Pero el sátiro continúa siendo un sátiro. No puede dejar a un lado su adicción al vino fácilmente. Nervioso, instintivo y borracho se embriaga y embriagará a su hada con él. Y el hada, totalmente embriagada, nada podrá negar al sátiro. Caerá rendida en sus brazos, tal vez no por placer, sino por el amor profundo entre ellos. Pero el sátiro sabe emborrachar, sabe camelar y conducir a las ninfas y a las hadas hacia donde él quiere. Querrá elegir y su fuerte pasión le cegará. Él está nervioso, ni piensa, ni respira, ni observa, ni comprende. Actúa. Es un sátiro. Como siempre no le importa en absoluto las consecuencias de sus instintos, solo necesita vivirlos salvajemente. Nada puede detener su sed. El amor y la espera vivida pueden ser un instrumento de transformación o una excusa más para dejarse llevar por la pasión.

La noche cubre con hermosos velos la casa del sátiro donde sólo los amantes descubren sus secretos. Tal vez pasión, tal vez amor. Tal vez el canto del hada transforme al sátiro y que por primera vez su amor sea superior a su sed. Borrachos se entregan al amor, no hay límites. Y tal vez ellos pueden transformarse.

TEMA 6: TRANSMUTACIÓN

En la mañana el sátiro ya no es sátiro. Se transforma. Un hada le toco el alma. La luz del amor iluminó su noche oscura. Un ángel toca música sobre la cueva del bosque. Al ponerse en pie sus piernas ya no son de cabra sino de humano, sus cuernos desaparecieron. Consciente de sí mismo ya no teme al deseo, sabe que está ahí. El sátiro no recuerda toda la energía perdida, no se lamenta del camino. Nada importa ahora. Todo es apertura y transformación.

La transformación del sátiro se vive una vez, y no es cuando se agota su deseo, pues este es imposible que se agote. La transformación surge cuando se transforma su sentir. Cuando el sátiro se arriesga y entrega al amor por encima del deseo permitiéndose ser transparente, frágil, inocente.

El amor sexual se convierte en amor consciente y mágico. Su sentir se vuelve suave, tranquilo y constante. No hay necesidad de gritar, ni de buscar. No hay herida primordial, la luz cálida del amor iluminó las sombras.

Entonces el sátiro se transforma en humano.

 

 

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