Cuencos Tibetanos

Los cuencos tibetanos nacen del misterio en la antigua Tradición Chamánica Bön. Desde aquí las propiedades y usos de los cuencos tibetanos se pierde completamente. Primero porque hablamos de hace más de 3000 años, antes incluso de que la tradición Bön evolucionase al Budismo Tibetano, y después porque, a diferencia de otros objetos de poder utilizados por los monjes, de los que sí hay información sobre su uso, las propiedades de los cuencos tibetanos no se hicieron públicas, incluso ahora se describen como cuencos para comer que con el tiempo evolucionaron.

Ahora, viendo la compleja fabricación de los cuencos tibetanos, su arte, su trato como un objeto sagrado de gran poder, podemos comprobar el secretismo al rededor de los cuencos.

En la enseñanza tibetana en cualquiera de los caminos budistas, ante todo se intenta preservar la enseñanza verdadera y original, el maestro que transmite una enseñanza constantemente regresa a las palabras de los textos raíz, a los maestros que la entregaron o al maestro que le inició. Incluso parece que una enseñanza está vacía si carece de un linaje auténtico. He imagino que este es el por qué de tal secretismo, la necesidad de preservar la verdadera enseñanza en torno a los cuencos tibetanos, así evitar que se mezclase con otras enseñanzas o terapias. Y en muy raras ocasiones vemos a monjes o lamas tibetanos realizando muchas de las prácticas que hoy en día se realizan con cuencos tibetanos, sino que tales prácticas y trabajos son resultado de mezclas de terapias y experiencias modernas.

PROPIEDADES

Gracias a la gran riqueza en armónicos de los cuencos tienen grandes cualidades sanadores. A través del profundo sonido nos introducen en un estado de relajación, y a través de la relajación liberamos las emociones negativas, los pensamientos perturbadores, reducimos el estress, armonizamos el cuerpo, la mente, las emociones, alineamos los chakras y podemos utilizarlos como un camino para obtener una apertura de conciencia, una visión o na experiencia superior.

FABRICACIÓN

Se fabrican con una aleación de 7 metales: oro, plata, mercurio, cobre, hierro, estaño y plomo.

Estos siete metales son conocidos desde la antigüedad como los 7 metales básicos relacionándose con los siete planetas, que dieron nombre a los días de la semana

Oro – Sol – Domingo
Plata – Luna – Lunes
Hierro – Marte – Martes
Mercurio – Mercurio – Miércoles
Estaño – Júpiter – Jueves
Cobre – Venus – Viernes
Plomo – Saturno – Sábado

Uniendo los 7 metales fundimos las 7 fuerzas que nos afectan.

Se han de fabricar en luna llena. La luna llena es un día de máxima fuerza. Un día mágico donde los ciclos se completan, donde se cicatrizan las heridas y se abren las puertas hacia el mañana. La fuerza del corazón en este día es tal que cualquier trabajo realizando con la fertilidad, las relaciones amorosas, la sexualidad, la creatividad, el nacimiento, etc, tendrá mucha más dirección y dará mejores resultados.

En este artículo intento centrarme de los cuencos en su forma más tradicional aunque también podemos encontrar cuencos fabricados con una aleación de 3 y 5 metales o realizados industrialmente.

SONIDOS Y CHAKRAS

Existe mucha información de los diferentes sonidos y la relación con los chakras, tanta que la mayoría se contradice entre sí. Para trabajar en terapias con sonidos yo recomiendo testar personalmente los sonidos hasta aprender a “escucharlos” o sentirlos en la otra persona.

En el trabajo que realizo con los sonidos resumo:

SI – 7º. Chakra coronario
LA – 6º. Chakra tercer ojo
SOL – 5º. Chakra garganta
FA – 4º. Chakra corazón
MI – 3º. Chakra plexo solar
RE – 2º. Chakra sexual
DO – 1º. Chakra raiz

Ante todo debemos comprender que todas las personas tienen una forma única y muy personal de llegar a cada armonía y sonido y es bueno aprender a descubrirla y respetarla.

OBJETOS SAGRADOS

Si trabajas con cuencos tibetanos has de saber que los cuencos se consideran objetos de poder u objetos sagrados y requieren un cuidado especial por ello.

Se dice que ante cualquier objeto sagrado ha de ser tratado con el cuidado y cariño con que se trataría aquello que nos trae. El objeto únicamente es el vehículo de una energía, una enseñanza, una experiencia… nos sirve para conectar con esa energía. Todo lo que valoramos a aquello que buscamos utilizando el objeto sagrado es el cuidado y atención con el que tratamos el vehículo para llegar a ello.

Por ejemplo los libros que nos traen enseñanzas sagradas se tratan con un cuidado especial, no se lanzan al suelo, no se pisan, no se ensucian ni se tiran a la basura. Porque son el vehículo para llegar a las enseñanzas sagradas, por eso se guardan igual que se guardaría la misma enseñanza. El libro siempre será un libro, pero sirve de conexión ante la enseñanza.

Con el tiempo nos damos cuenta que los objetos sagrados parece que adquieren vida y parece incluso que pueden entendernos o tienen personalidad. Los mismos cuencos tibetanos encontrarás que con el tiempo adquieren una fuerte personalidad.

Es bueno tapar los objetos sagrados, aunque sea muy bonito ver los cuencos o los objetos sagrados en una estantería, los objetos deben tener un servicio más allá que un simple adorno. De echo, es muy probable que al presumir de ellos, mostrarlos sin cuidado, permitir que otras personas los toquen,pierdan parte de esa energía que los hace tan especiales. Algunas tradiciones guardan los objetos sagrados en tela roja, otras en tela amarilla, otras en tela negra… Importante siempre guardarlo, preservando el trabajo que con ese objeto se realiza.

Para esto existen fundas especiales para los cuencos, blandas, duras y hasta las más antiguas con madera y tela.

Cuando vas a un lugar especial, una sala de meditación, etc, también es bueno que no toques los objetos que hay allí, conozcas o no a las personas de ese lugar, permite que la energía e intención que han puesto en el lugar permanezca intacta. Los cojines, las esterillas, tal vez tengan un uso compartido, pero las piedras, las campanas, los cuencos, normalmente son objetos de uso personal, incluso puede que encuentres lugares donde sólo personas iniciadas puedan tener acceso a ciertos libros o a ciertos objetos y también eso está bien respetarlo y entenderlo.

RECONOCIENDO LOS SONIDOS

Cuando trabajo en los conciertos, con música improvisada o con cuencos, intento en lo posible centrarme en un sonido o dos para a partir de ahí realizar el trabajo. Luego voy guiando a través de los diferentes sonidos centrales. Siempre buscando una armonía. Por ejemplo, en muy raras ocasiones saltaría de trabajar en el chakra sexual al chakra coronario sin antes haber pasado por otras armonías o haber dibujado algún tipo de cadencia que dirija la energía hacia arriba. En la mayoría de ocasiones esto ocurre de manera muy fluida, intuitiva. En otras más concretamente viajamos a ciertos sonidos o carencias sonoras para trabajar sobre ellas específicamente.

Cuando quieras trabajar sobre los sonidos con los chakras recomiendo comenzar a trabajar con un sonido, familiarizarse con él, observar los efectos, un día, otro día, posteriormente trabajar con otro. Así hasta completar los diversos tonos y semitonos.

Luego comienza a trabajar con dos o tres sonidos a lo máximo juntos. No intentes juntar 20 cuencos inmediatamente si aun no has logrado interiorizar, sentir y meditar en uno sólo, pues el trabajo podrá terminar en simples sonidos superpuestos en caos, sin ninguna dirección. Lo más seguro que suene agradable, pero eso no significa que sea sanador o que surja de una verdadera meditación.

Por otro lado es muy común en este momento, con toda la información que puede leerse en internet, que tengamos especial interés en aprender con frecuencias de sonido diferentes a la habituales. Este trabajo es muy hermoso y los resultados son muy interesantes. También creo que es adecuado trabajar con las armonías y frecuencias que hasta ahora hemos escuchado para progresivamente y en su momento modular a una frecuencia inferior.

Así con todo, intenta vivir el sonido desde la consciencia. Da lo mismo que notas, armonías, frecuencias utilices, siempre que las sientas profundamente y te comprometas con lo que está sonando. Si no hay una relación íntima, completa, comprometida, entre el músico, el instrumento y el sonido, mucho menos se creará una relación entre la música y el oyente o entre el músico y el público.

Algo muy hermoso que recomiendo para practicar con cualquier instrumento y trabajar esta relación, ya sea con diapasones, cuencos, instrumentos o la misma voz, es trabajar a oscuras antes de hacerlo en público. La experiencia es un encuentro más íntimo y honesto con el sonido, con las tensiones del cuerpo, con la mente, con las emociones personales, etc.

Para hacer sesiones para otras personas pienso que es importante también que haya una transmisión directa de un maestro en el trabajo con cuencos tibetanos. Es una forma de tener un respeto al trabajo que se va a realizar.

AGUA CARGADA

aguatibSi tienes posibilidad vierte agua dentro del cuenco y hacerlo sonar.Observa como el sonido del cuenco hace levitar las gotas de agua y siente como el agua se carga con el sonido del cuenco y adquiriendo todas las propiedades beneficiosas del sonido y su información.

Podrás observar el dibujo del agua dentro del cuenco, es una sensación de elevación.

Normalmente las personas que trabajar con cuencos vierten agua en su interior para cambiar el tono, el cuenco cambiará su tono dependiendo de la cantidad de agua que tenga dentro. Se recomienda ir poco a poco con medidas equivalentes hasta que se conozca y se familiarice con el cambio de tonalidad.

EFECTO FISICOARMÓNICO

Cuando percibimos un sonido, aunque nuestro oído escuche un sonido, realmente están sonando un grupo de sonidos o armónicos imperceptibles para el oído humano. La suma de estos sonidos, según su intensidad relativa, dan como resultado la percepción de un único sonido.

Dicho de otra forma, cuando suena un sonido, tras el se esconden un grupo de armónicos que aparentemente no se escuchan pero si aprendemos a prestar atención podemos lograr a captar.

A esto se le denomina efecto fisicoarmónico y se trata nada menos que de 16 armónicos por cada nota.

En el pentagrama del dibujo encontramos la serie de armónicos de un DO grave.
Figura-6
A través de los cuencos tibetanos lo que obtenemos es una percepción mucho más rica de los armónicos naturales de cada sonido.

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