Metha Bhavana

Meditación en el Amor Incondicional

Literalmente significa meditar en el amor. Metta bhavana nos ayudará a desarrollarnos en el amor compasivo a través de una sencilla práctica que podremos realizar en cualquier momento y ante cualquier situación.

1º Practicamos el amor incondicional hacia nosotros mismos.
2º Practicamos el amor incondicional hacia un cercano
3º Practicamos el amor incondicional hacia una persona indiferente
4º Practicamos el amor incondicional hacia una persona que nos resulte difícil
5º Practicamos el amor incondicional hacia todos los seres

En la primera fase y más importante buscamos vivir el amor hacia nosotros mismos, siendo tolerantes, amables, respetándonos y aceptándonos ante cualquier experiencia o cualquier aspecto de nosotros mismos, trabajando nuestros defectos desde el amor y el cariño.

En la segunda fase sentimos admiración, respeto, cariño y ponemos atención en el deseo de ayudar a crecer y a sentirse bien a una persona cercana en particular. Podemos hacer la práctica con varias personas, con la familia, con amistades, con los hijos. Disfrutamos del sentimiento amoroso que surge y el deseo de bienestar para el prójimo.

En la tercera fase desarrollamos el amor para todas esas personas que nos son indiferentes. Sentimos la conexión con todas las cosas y todos los seres y sentimos la empatía permitiendo que el amor abrigue y sane la conexión con aquellos que nos rodean, reconociendo su humanidad, su recorrido de vida, su lucha.

En la cuarta fase sentimos amor hacia alguien que nos haya hecho mal, buscando sinceramente el sentimiento en nuestro corazón. Nos apoyamos en la admiración, la conexión en vida, y poco a poco cultivamos una empatía amorosa y honesta hacia aquella persona que nos dañó.

En la última fase comenzamos a desarrollar un profundo amor hacia todos los seres. Incluida la naturaleza, los ríos, las montañas, las piedras… cuya vida tal vez pase desapercibida para nosotros, pero existe.

Poco a poco desarrollaremos un sentimiento más compasivo y sereno que nos ayudará a crecer y abrir nuestro corazón.

Los métodos clásicos de la meditación Metta Sutta básicamente son tres:

1º. Proyectar pensamientos de amor hacia todos los seres

2º. Irradiar amor hacia todos los seres. Similar a realizar un abrazo de amor desde los más cercanos hacia los más lejanos.

3º. Irradiar amor en forma Universal desde un sentimiento pleno y compasivo.

 

Metta Sutta

Uno de los más conocidos suttas del Canon Pali es el Metta Sutta (Sutta del Amor).

Aquel que desea penetrar el estado de paz
(Nibbana) y persigue su propio bienestar
debería ser capaz, recto, muy recto, obediente,
apacible y sin vanidad.

Debería estar satisfecho, ser fácil de
mantener, tener pocas actividades y pocas
posesiones, controlado en sus sentidos,
prudente, sin desvergüenza y sin apego a familias.

No debería cometer la más mínima falta
que podría ser objeto de censura por parte de los
sabios. Que todos los seres estén felices y seguros.
Que estén felices en sus corazones.

Que todos los seres que existen, débiles o
fuertes, largos o grandes, medianos o bajos,
pequeños o gruesos, conocidos o desconocidos,

cercanos o lejanos, nacidos o por nacer, que todos los
seres sin excepción estén felices.

Que nadie engañe ni desprecie al otro
en ningún lugar; que no desee el sufrimiento
del otro con provocación o enemistad.

Así como una madre protege a propio hijo,
su único hijo, a costa de su propia vida,
de la misma forma uno debería cultivar un
corazón sin límites hacia todos los seres.

Que sus pensamientos de amor llenen todo
el mundo, arriba, abajo y a lo largo; sin diferencias,
sin malicia, sin odio.

Parado, caminando, sentado o acostado,
mientras despierto uno debería cultivar esta
meditación de amor. Ésta, ellos dicen, es la
mejor conducta en este mundo.

Sin caer en opiniones erróneas,
virtuoso y dotado de visión,
uno elimina el apego a los sentidos y
realmente no viene de nuevo al vientre.

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