Narciso. La vanidad

Narciso era un joven tan hermoso que todas las mujeres se enamoraban de él, y sin pensarlo, arrogante y vanidoso, él las rechazaba.
Eco era una ninfa más que se enamoró de Narciso. Ella fue maldecida por Hera a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera y por este castigo no podía hablar a Narciso de su amor. Se escondíamos y tenía gran temor al rechazo de Narciso.
Un día Narciso cuando paseaba por el bosque sintió a alguien entre los árboles y dijo:
-¿Hay alguien aquí?
Y Eco escondida entre los árboles sólo pudo responder:
-Aquí, aquí.
Narciso sintiendo que allí había alguien grito:
-Ven!
Y Eco conmovida salió con los brazos abiertos hacia Narciso. En ese momento y con gran crueldad y frialdad Narciso la apartó y rechazó su amor.
Eco, herida de amor se ocultó en una cueva y en su dolor se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Cuenta la leyenda que Nemesis, diosa de la venganza, lo vió todo y castigó a Narciso a enamorarse de su propio reflejo.
Cuando Narciso se vió reflejado en el agua de una fuente sintió tanto amor por su propia imagen, que no pudo ni moverse y acabó arrojándose a la fuente y ahogándose. Y allí donde cayó creció el primer narciso.

Está es una leyenda que nos muestra cómo la vanidad acaba autodestruyendonos. El amor propio es una necesidad en la humanidad, sin embargo la vanidad actua contra nosotros mismos, alejándonos de los demás y apartándonos de vivir el amor.

Las personas vanidosas se vuelven críticas, hirientes y crueles. En su vida sólo caben ellos mismos, o como mucho otras personas igualmente vanidosas. Se rodean de fotografias suyas, de sus exitos, de personas aduladoras, de ellos mismos. A veces se rodean de relaciones frias y éxitos temporales e insubstanciales que sólo les benefician a ellos mismos. A veces incluso se llegan a sentir bien cuando otros les tienen envidia.
No empatizan pues estan heridos profundamente, en algún momento pudieron sentir que su cariño no valía nada, o sintieron el rechazo y la falta de amor de sus padres, de amigos, de compañeros , por lo que les cuesta tanto amar a otros.
Eco nos muestra el inocente amor pasivo y dañado de aquellos que se siente tan poco que permiten y dejan todo en manos del amado. Eco es frágil y con gran apego depende de los sentimientos y acciones ajenos para ser feliz.
Narciso nos muestra la persona indiferente, insensible, incapaz de sentir carinho o compasión. La persona que piensa que no necesita ser respetuosa porque se cree superior a los demás.

A Narciso siempre se le retrata como un hombre muy femenino, no porque la belleza de un hombre tenga relación con su feminidade ni su sensibilidad, sino porque Narciso es incapaz de amar a la mujer. Es cobarde en el amor de hombre hacia una mujer y claramente se oculta inconscientemente en su energia femenina escondiendo su valor masculino y su fortaleza herida. Igual que hombres y mujeres fabricamos a veces una falsa identidad para camuflar un dolor de desamor. Por esto, más fácil para él que enfrentarse a su cobardia y falta de amor a la mujer: madre, hermana, amiga, amante… Resulta potenciar su vanidad y su energía femenina.
Narciso nos habla tambien de cuando amamos la cáscara de nosotros, lá máscara que hemos construído, o el físico, o nuestras acciones, palabras o éxitos temporales, y luego nos cuesta tanto mirar a lo profundo por temor de encontrarnos vacíos.
Narciso nos ayuda a pensar en muestra vanidad, nuestra arrogancia y nuestra falta de respeto hacia el cariño y los regalos de amor de los demás.

Eco representa lá codependencia emocional, la persona que permite, que no tiene opinión propia. Esa mujer o hombre que en las relaciones lo da todo olvidandose de si. Nos muestra la carencia de amor propio desde la persona que se oculta, que se averguenza de si. Eco nos ayuda a reflexionar sobre el valor que nos damos en la vida y lo que llegamos a sacrificar por los demás.

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