El vacío es parte de ti
El vacío es parte de ti. Por eso no hay temor en la muerte.
Al abrir la puerta final uno descubre su inmensidad
y ya no se detiene en contemplar los pequeños logros
que surgen desde la inconsciencia.
No te derrumbes si no te sientes preparado,
la vida te prepara, hoy, ayer y todos los días.
Mañana será un gran día, cuando llegue.
Hay que ir preparado para el viaje de la vida
comprendiendo que es pasajero y que algún día finalizará.
Con la mirada al frente y sin indecisión.
Y ojala que ese día te sientas orgulloso de ti,
de todo lo que has echo, por ti y por otros.
Dice el sabio cuando va a morir:
Aquello más importante que hice en vida, no lo hice por mi.
Y como en mi vida superé con creces y
casi todo lo hice por los demás, hoy me siento en paz,
mi conciencia está tranquila.
Por esto es importante abrir la puerta hacia la luz con fe,
sin detenimiento, sin duda, con una auténtica confianza
y una larga visión que te permita conocer
cada uno de los pasos que estás dando.
Igual que en los momentos importantes de tu vida.
Y sobre todo es valioso ir de la mano desde el corazón
del apoyo de los que tienes cerca.
No te aflijas cuando llegue el momento,
Dios siempre está en ti iluminando el camino.