«El hombre se forma a raíz de la fusión de la oscura sangre de la menstruación con el esperma blanco, de cuya unión surge el verdadero feto que lleva diez mil nombres, como gérmen, óvulo, homúnculo, recién nacido y otros»
Miriam la Profetisa
María vivió entre el siglo I y III d.C en la Biblioteca de Alejandría, convirtiéndose en la primera química y alquimista en Alejandría. Escribió varios libros, la mayoría perdidos en el incendio de la biblioteca y creo varios tratados alquimistas.
Creo varios inventos para el proceso alquímico, destinados a la destilación y la sublimación, entre otros y el más conocido: el Baño María.
Firmaba sus libros como Miriam la Profetisa, igual que la hermana de Moisés, creando una gran confusión en los historiadores.
El Kerotakis es un recipiente hermético con una lámina de cobre suspendida en la parte superior. Al calentar las diversas sustancias en la temperatura adecuada los compuestos de azufre, arsénico y mercurio, los vapores se concentran en la lámina de cobre, cambian de color y adquieren el espíritu del oro.
El Tribikos es una especie de alambique de tres brazos utilizado para obtener sustancias purificadas a través de la destilación.
El Baño María original era un baño realmente un baño de arena y cenizas que calentaba otro recipiente con agua que a su vez calentaba al siguiente. El baño de arena tenía como objeto conservar mejor el calor que debía transmitir, ya que su temperatura podía ser superior a la del agua que hervía. Finalmente se quita la arena quedándose sólo el recipiente con agua, la cual deberá hervir y sus vapores serán capaces de calentar el otro recipiente que está dentro.