EL TODO Y EL UNO
Para los niños es difícil diferenciar entre lo que ocurre fuera y dentro de uno. Y esa falta de interiorización puede generar que a lo largo de su vida no pueda gestionar sus emociones, sus conflictos, o que no sepa desconectar de lo que le rodea.
Un ejercicio bueno para eso es tumbado boca arriba con los ojos cerrados sentir todo lo que ocurre fuera durante unos minutos, se puede poner música mientras la persona siente TODO: sonidos, sensaciones, temperatura, todo lo que toca la piel, el olor del lugar, todo cuando le rodea.
En contraste, después de unos minutos sintiendo el alrededor, se detiene la música, y la persona se centra sólo en lo que ocurre dentro de si. En el silencio y la calma de uno mismo. Puede visualizar un infinito espacio vacío mental dentro de uno, y se queda en silencio observando y escuchando ese vacío. O escuchando el silencio del vacío interior. Los pensamientos se van, la atención se lleva una y otra vez hacia dentro de uno mismo. Sobre todo, para niños más inquietos es bueno utilizar la respiración y centrarse en la respiración para “apagar” la atención hacia todo lo externo.
Luego, con más experiencia en el ejercicio, se puede utilizar con cosas que estén ocurriendo. Cuando el niño tiene un problema en el colegio, por ejemplo. Primero se centra en ese problema, en esas sensaciones, emociones que le genera ese problema, en todo lo que siente y piensa. Luego se siente el presente, el cuerpo, el aire, la música, todo lo externo real que acontece en el mismo momento que está meditando. Por último, se apaga la música y se centra en el silencio, allá dentro de uno donde no hay conflicto alguno, donde todo es paz y silencio.
Entonces el niño empieza a comprender que el conflicto ocurre “fuera”. La mente lo intenta recrear dentro de uno, generando sensaciones, miedos, emociones, pensamientos, pero el conflicto está fuera. Dentro todo continúa intacto, inamovible, en perfecto equilibrio y armonía. Dentro hay paz independientemente de la experiencia vivida.
Enseñanza del ejercicio:
Lo que sea que ocurra en tu vida, no podrá cambiar tu esencia, ni si quiera la alcanzará.
Crecer comprendiendo esto nos ayudará a superar todos los desafíos, comprendiendo que nuestra esencia es puro amor, inagotable e inmutable.