Sé que nada de esto es mío, reconozco que todo es un préstamo maravilloso y perfecto, y observo atónita cuánto esfuerzo realizamos por mejorar o destruirlo, por cambiarlo.
Sin pensamientos, visiones, recuerdos, ilusiones ni distracciones, mi mente se posa dulcemente en este instante sin intentar cambiar nada. El amor se hace el único dueño de la vida.
Con pensamientos, visiones, recuerdos, ilusiones y distracciones, mi mente catapulta cada instante en diferentes formas por mejorar y transformar la perfección.
Estando atrapada como todos en un precioso regalo perecedero, me siento libre de decidir cada instante si soy invadida por la luminosidad de la esencia de mi regalo, o decidir, con toda mi soberbia, mejorar este perfecto instante.
Y como conozco esta diferencia, también reconozco esa mirada que no conoce lo infinito y lo ridículo que resulta cuando alguien me dice qué cree que debo cambiar de mi vida, o por qué debo cambiar nada.
El ejercicio de hoy es sencillo. Tan sólo observar los cambios que por testarudez, orgullo, arrogancia o miedo hemos realizado en la vida. Observar las obsesiones de la mente que busca ser algo. La sensación de tener un regalo en mal estado. Observar lo perecedero de cada instante. Y sin mente burda: sin pensamientos, divagaciones, recuerdos, ilusiones ni visiones, descansar en el ahora sin lucha ni entretenimiento.
Esta vida sólo se vive una vez, es un regalo precioso que no se puede devolver. No existe el servicio técnico, como en esos cacharros que compramos en las tiendas, lo que estropeemos lo tenemos que reparar nosotros, lo que venga de fábrica, lo que sea, deberemos aprender a vivir con ello. Algunos nacen esto y quieren ser esto otro, algunos tienen algo y no desean tenerlo, otros no tienen nada y desean tener todo lo que no tienen. Un aprendizaje hermoso es aprender a solar la necesidad de ser lo que no somos, la aceptación del regalo de la vida, tal cuál llega. Y esta aceptación debe nacer de una comprensión sólida de cuál es este regalo, quiense somos, cómo somos, cuáles son nuestras cualidades…
Los trastornos de la personalidad, las obsesiones, las manías, situaciones tan comunes como creer que “todo el mundo nos mira mal”, nadie nos quiere, estamos solos, siempre …. Nuenca… surgen de una incomprensión y un desconocimiento del yo. Este ejercicio nos ayudará a iniciar un camino hacia la transformación interior para vivir en paz con nuestra vida y nuestro entorno, sin sentir que todo nos perjudica, sin intentar cambiar todo cuanto nos rodea. Dejando de ser “victimas” o agresores de nuestro cuerpo, nuestra mente, y quienes nos rodean.
Si eres de aquellas personas que sientes que necesitas cambiar tu cuerpo, observa como también, indudablemente, has intentando cambiar, ya sea mental, verbal o físicamente, la naturaleza de quienes te rodean con tu juicio. Si eres de aquellas personas que sientes que necesitas cambiar tu mente, observa como constantemente te niegas o niegas a otros. Observa tus juicios, tus manías, tu obsesión por comprar, por ordenar, por limpiar, por ser correcto, por sentirte mejor que otros, más listo, por dar consejos que nadie te pide, o por meterte en los asuntos que no te corresponde. Si eres de aquellos que necesita cambiar el mundo, observa la falta de humildad y gratitud por lo que ya existe. La manía de observar el error, de mirar “compasivamente” todo lo que está mal, pensando que tú estás bien. Observa el dolor de no poder descansar porque sientes que tienes en tu mano la única respuesta posible, o te gustaría tenerla.
Por hoy, descansa y deja de intentar ser algo. Aprende a ser todo.
Sin pensamiento, sin divagación, sin juicio, sin pasado, sin ilusiones, estate presente en el instante correcto: este. Entonces descubre que vives en un regalo, un vehículo precioso que es un regalo. Aprende primero a conocerlo y el mismo regalo de dirá cómo cuidarlo. Luego descubre que también es un regalo el camino por donde transita tu sagrado vehículo. Observa lo hermoso de ese camino. Luego descubre que también es un regalo todas las personas y seres con las que coincides en este camino, son un regalo para ti, no tú para ellos.
Un amoroso abrazo en este primer día de un nuevo mes lunar.
