Tonglen significa literalmente “dar y tomar”, se trata de una meditación budista tibetana que nos ayudará a despertar la compasión y liberarnos del egoísmo.
Ante el dolor, el enojo, la envidia, la culpa, etc, estate presente con total conciencia. Uno es eterno, espacio infinito sin forma ni presencia. Todo lo que existe es una ilusión, impermanente y vacía en sí misma, dependiente de todo lo que le rodea.
Cuando meditamos en la ausencia del yo comprendemos que no puede existir sufrimiento más que en el apego de la ilusión del yo. Si no hay un Yo tampoco puede haber un sufrimiento asociado a un yo. De tal forma que todo sufrimiento y pesar se disuelve en la totalidad de nuestra experiencia consciente del espacio interior. En un primer paso sientes tu mente en vacío, vas a tu quietud interna y descubres el vacío, el silencio, la quietud. En un segundo paso eres consciente de este espacio donde toda ilusión o creencia concreta asociada a un yo se disuelve rápidamente. Desde esta conciencia iniciamos la meditación Tonglen.
Muchos seres aun se sienten divididos, separados, se sienten parte de una ilusión sin comprender lo que les ocurre. Ligados tan fuertemente a las ilusiones del Yo, del ego, sufren constántemente.
En la meditación Tonglen uno inspira el sufrimiento del mundo; inspiras el sufrimiento de los seres que te le rodean, de aquella persona que está frente a ti, de aquel animal, planta, o ser.
Rápidamente el sufrimiento se disuelve en el espacio carente de un yo y la conciencia de ser totalidad nos entrega una gran felicidad, una dicha superior. Al instante, según inhalamos todo el sufrimiento y se disuelve en el espacio infinito interior, sentimos conciencia de la totalidad de la que somos parte y sentimos gran felicidad.
Entonces expiramos esa felicidad y la entregamos a todos los seres que nos rodean, al mundo, a aquella persona, animal, planta, ser vivo que está frente a ti. Para fortalecer la meditación tonglen puedes ayudar a visualizar el sufrimiento como una energía pesada, oscura, tangible incluso, y sentir que la inhalas por la narid, como una pesada sombra negra.
Al exhalar puedes visualizar como liberas una energía blanca, ligera, fresca, pura.
Así repites las inhalaciones y exhalaciones continuamente hasta que en esa continuidad sientas como se transforma todo sufrimiento en paz.
Algunas personas prefieren iniciar la meditación Tonglen visualizando que inahalan y exhalan su propio dolor hasta que después de unos minutos en esa respiración comienzan a respirar, inhalando y exhalando por todos los seres.
Entonces inhalamos y realmente sentimos que recogemos todo el dolor y sufrimiento del mundo para que ningún ser tenga porqué sufrir más, y al exhalar sentimos como enviamos nuestra apertura, fe, confianza, dicha plena, a todos los seres para compartir igualmente nuestra felicidad con todos los seres.
Llega un momento en que tienes una comprensión de que tu dolor y el dolor de todos los que te rodean es el mismo. Así abrimos nuestro corazón y sentimos una gran compasión y bondad.