Bastones de poder

Una de las formas de poder más antiguas y poderosas, surje de la madera. Los bastones, palos de oración, báculos, varitas, son los instrumentos mágicos más antiguos que existen. Propios de todas las cultuas, han servido y aun se utilizan en todos los rituales sagrados.

El bastón de poder.

Bastón de poder

Es un instrumento del maestro o guía. Sirve para abrir caminos. En todas las culturas era la naturaleza quien lo entregaba, o como un regalo de tu maestro predecesor. Cuando el iniciado, el aprendiz, reconoce su pequeñez y su labor de servicio, en un acto de humildad y entrega, es cuando lo recibe de manos de los dioses, quienes a través de la naturaleza, o a través de un guía que reciba la señal de que es el momento, hace entrega de tal regalo.

Muchas artes y oficios también tenían un bastón que se recibía en el mismo momento, de la misma manera. En la alfarería y la cerámica, el artista mientras pintaba las baldosas se apoyaba sobre un bastón, el cuál se recibía como herencia del maestro alfarero predecesor.

El origen del bastón en los oficios, seguramente se remonte a la ganadería, cuando el pastor lo utilizaba para pastorear su ganado. De ahí su simbolismo de abrir caminos y la gran memoria de este símbolo. Pero de la misma forma, este instrumento que sirvió a pastores de ovejas, cabras, carneros… fue utilizado por todos los monarcas, faraones, emperadores de la historia para abrir caminos demostrando que su poder era místico y divino.

El bastón sirve para sostener la inmensa energía del cielo, y le sirve a la persona que recibe el “dharma” o la sabiduría celestial para su labor.

Actúa como intermediario entre el cielo y la tierra, su verticalidad actúa como un “pararrayos”, y permite sostener dicha fuerza en la figura que sostiene el bastón. De una forma u otra, el guía, quien recibirá todo el poder e intuición para guiar y abrir el camino al pueblo, utiliza el bastón para canalizar su energía, como un sosten y recuerdo constante de que ahí se alla, entre el cielo y la tierra.

En artes marciales, obliga al practicante a tener gran equilibrio, un equilibrio físico, mental y emocional, por lo que no se puede empezar a trabajar hasta que la persona a alcanzado la maestría.

Aunque si bien es cierto que esta tradición se ha roto, y muchas personas utilizan un bastón de poder mucho antes de tiempo, es cierto que la persona tampoco podrá sentir ni percibir su importancia ni su poder cuando llegue antes de tiempo. La energía se le puede desequilibrar, o los caminos que abra pueden llegar a extraviar.

En algunas culturas se hacían rituales como limpias, u oraciones para recibirlo.

Palos de oración y báculos

Palo de oración

Los palos de oración y los báculos tienen una similar labor. Con ellos, llevamos o traemos los mensajes del mundo espiritual. Sirven para canalizar la palabra, el pensamiento, la energía entre un plano u otro.

El palo de oración es un instrumento de poder nativo americano. Se realizaba principalmente con plumas que colgaban del bastón, las que recordaban a los totems aves, quienes hacían de mensajeros llevando el mensaje, las ofrendas, los cantos, al mundo espiritual.

En el báculo se solían utilizar formas, figuras, símbolos o cristales purificando los mensajes y redirigiéndolos con más fuerza. Los báculos más largos o más cortos, no sólo sostenían la energía entre el cielo y la tierra, sino que se utilizaban para amplificarla.

Durante siglos se mantuvo la forma de tiras en el extremo como los flagelos egipcios o el mayal. Estos se utilizaban para demostrar poder, con ellos se recogía una resina utilizada en inciensos sagrados, en rituales para apartar los malos espíritus y guiár más allá de lo visible, etc. En el tibet chamánico, estos instrumentos solían tener tiras de colores o que representaban los cinco elementos, y se utilizaban para guiar las energías, las oraciones, los decretos, fuera de uno en todas las dirección, o atraér la mágia, el poder, los recuerdos, perdidos en los viajes astrales, según la dirección en que se girase.

En muchas culturas, el uso del bastón de mando suplía el palo de oración y los báculos, coronándolo con plumas, piedras, simbolos, para que sirviera a un doble fin.

El mismo Apolo, el guardian de Delfos, era quien traía la salud y la enfermedad, protegiendo el oráculo de Delfos, se le consideraba clarividente y profeta, y sostenía un báculo de poder que entregó a su hijo semidios: el báculo de Esculapio o Asclepio, la vara de poder que Asclepio poseía, con la cual podía curar todas las enfermedades. Una vara que actualmente todavía utilizan de símbolo la medicina y la enfermería.

Varita mágica.

Plumas

La varita mágica se conoce desde mesopotámia y la antigua Creta. En la Odisea también se relata a Minerva rejuveneciendo a Ulises con una varita de oro tras su odisea por el Mediterraneo.

La varita mágica señala un poder más sutil, mágico y clarividente. El portador la utiliza para decretar, invocar y dirigir su energía y enfoque en una dirección muy concreta.

En la mitología y en los cuentos tradicionales, la varita sólo la pueden utilizar unos seres y personas muy particulares, fuera de ellos, la varita se convierte en un instrumento inútil.

Las varitas americanas se realizan con plumas, las cuales se sujetan con cordon, casi siempre de cuero, a veces reuniendo varias plumas diferentes, y sae utilizan sobre todo para limpiar y proteger. Actualmente también es común colocarles uno o dos cuartos en punta para redirigir su energía de una forma más precisa.

Cuando el bosque, o el maestro, o la misma vida coloca ante ti una vara, un báculo, un bastón, es un regalo para que lo utilices en tu camino, en tu labor. No es un regalo gratuito, sino un instrumento para que sigas adelante.

Recoger el regalo es empoderarse. Sientes la columna vertebral como se coloca entre el cielo y la tierra, tu mente se expande, porque no está sostenida por tu cuerpo, sino por toda la materia, y sus pies se anclan en la tierra.

Recoger un regalo así, es expandirse y enfocar tu energía en la dirección que el universo ha bendecido que sigas, no hacia la dirección que tus propios caprichos te conducen.

Al posar el bastón sobre el suelo, se abre la energía y se crea un camino nuevo. Al levantar el bastón hasta volver a posarlo, el pie del maestro o guía es el primero que se apoya, con la bendición divina. Lo que viene a significar como hay una cooperación entre el mundo espiritual y el mundo terrenal.

Los materiales con los que está hecho, son más o menos sagrados según uno conecte mejor o peor con la misma naturaleza. Sin embargo, es común que incluso existan varitas de metal, bastones de poder de madera común o palos de oraciones con cualquier tipo de pluma. Los elementos suelen ser los que uno se encuentra en el camino, y realmente, no podemos elegir aquello que el universo nos regala, sino aprender a utilizarlo como buenamente sepamos: aceptarlo, honrarlo y utilizarlo.

Necio seria quien, tras recibir varios bastones maravillosos de la naturaleza, los desechase porque no son de la madera más poderosa y apropiada.

La longitud exacta del báculo y la varita mágica, sería desde el corazón hasta el codo, y la del bastón de poder, desde la frente hasta el suelo.

La decoración es totalmente personal, y no suele influir en su labor, a no ser que sea limitándola o empoderándola con espirales, círculos concéntricos o cortes al azar.

Para utilizarlas, tenemos que comprender que todas varas son canalizadores de energía, similar a los cables eléctricos.

El mundo está lleno de electricidad, la electricidad se genera de todos los electrónes que circulan libres, sin estar sujetos a ningún átomo. Pero los cables sin más, no van a mover los electrones sin razón. Necesitan un generador, una pila, un circuito, etc.

Igualmente un bastón de mando, una varita, un báculo, un palo de oración, canaliza la energía, pero para ello ha de estar “conectado” y esa energía debe ser dirigida de alguna manera.

Algunas personas se sorprenden con la forma y sostienen que en la forma encontrarán poder, pero el poder está en todo, en la naturaleza, los animales, el cielo, nuestra propia voz. Todo es energía, todo es poder. Lo único que estos instrumentos hacen es ayduarnos a enfocar dicho poder, al igual que las palabras nos ayudan a enfocar nuestros pensamientos abstraptos y llevarlos a otras personas.

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