Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Por que quien mira hacia afuera sueña y quien mira hacia adentro despierta
Carl Jung
En el fondo de nosotros se encuentra un niño, un amante del arte. Es el Ser Creativo, el alma. Nuestro Ser Creativo es el único capaz de crear con la mente, de amar y de ver la auténtica realidad. Por esto, sólo si miramos dentro de nosotros seremos capaces de crear, de amar y de ver la auténtica realidad, porque si miramos hacia fuera de nosotros sólo veremos la penumbra que nos muestra el ego.
Esta penumbra son nuestros bloqueos, son 4 bloqueos básicamente:
La autoestima y la autovaloración:
El ego niega al Ser Creativo haciéndonos creer que es feo o negativo todo aquello que está dentro. Todo lo natural, espontáneo, instintivo se convierte en pecaminoso y salvaje. Todo lo que esta dentro de nosotros puede destruir al ego, por lo que el ego intenta hacernos creer que es horrible cuando en realidad es hermoso. Este es el primer y más feo bloqueo que podemos encontrar, el miedo a uno mismo, el autodesprecio y la desvalorización, pues si ni si quiera nos permitimos el derecho a ser, ¿cómo vamos a crear?
El orgullo
Tras esta gran máscara el ego nos muestra el orgullo, esta es la poderosa herramienta que desprestigiará cualquier idea ajena, por lo tanto hará de nuestras creaciones pequeñas formas carentes de amor. Cuando lo que creamos no tiene amor y entrega, no es real, no vale nada. Sólo es un reflejo de nuestro propio ego y como tal desaparecerá con el tiempo. Pero aquellas creaciones llenas de amor, de entrega y de luz, esas, serán eternas formas que acariciaran la vida en todas sus transformaciones. Las cosas no son cosas, lo que creamos es aquello que está bajo el objeto, no importa el resultado material, lo constante y real es lo que lo hace posible, y aquello que hay bajo las formas es eterno en medida de la fuerza que lo creo, de la energía que lo creo. Si la energía creadora es efímera, la creación también lo es, si la energía creadora es eterna, entonces la creación también será eterna, se transformará, sí, pero seguirá siempre siendo en el Universo en multitud de formas.
Ante este bloqueo nos encontramos el prejuicio de las formas ajenas, de las creaciones ajenas. Una vez más si miramos hacia “afuera” y no hacia dentro, no veremos la realidad, veremos un espejismo del ego y el ego lo juzgará y lo atacará. El orgullo no nos deja ver la belleza ajena porque no nos permite amarla.
El miedo
El miedo en la creación nos rechaza el derecho a ser nosotros. Según se puede observar, todas las emociones se reducen a miedo y amor, los opuestos del sentir. El primero no nos permitirá experimentar más que pequeñas formas de nosotros, de nuestro organismo y de nuestro entorno. El miedo tiene una frecuencia ancha, grave, como aquella quinta disminuida en Do 8ª baja.
Con esa frecuencia se consiguen longitudes de onda también anchas y es allá donde toque la onda que se podrá experimentar al ser. Si la onda es ancha tocará en pocos lugares, apenas vivirá ni resonará en el corazón. Pero ocurre lo contrario con la longitud de onda del amor.
El amor vibra en una frecuencia de luz alta, aguda, resuena armónicamente con una longitud de onda estrecha y hace estremecer a lo ancho y largo allá por donde va.
Cuando nosotros vivimos con miedo apenas experimentamos y apenas creamos, pues nuestra longitud de onda no nos permite ver, sentir, o ser. Pero si logramos vivir en amor, experimentar y crecer en amor, todo aquello que hagamos revivirá y resonará en los corazones de todo lo que alcance.
La ceguera
Cuando estamos ciegos a la realidad vemos una apariencia en todo, no disfrutamos ni distinguimos el auténtico valor de las cosas. Esta ceguera es sumisión a las formas corrientes, a las etiquetas, a las clases, a las formas reconocibles. Esta ceguera, como resultado del miedo, el orgullo y la falta de amor propio, no nos permite ver ni vivir. Nos convertimos así en robots incapaces si quiera de creer que exista la creación más allá de los sueños. Inmersos en una realidad cegadora nos negamos a ver más allá de ella, a meditar o a amarnos, pues a veces llega a tal punto esta ceguera que no nos vemos a nosotros, vemos únicamente al ego. Algunas personas incluso ni si quiera logran creer que exista algo más allá de lo que se ve.
¿Cómo acabar con esta trayectoria? ¿Cómo dejar de soñar despierto y empezar a crear realidades? ¿Cómo podemos dejar vía libre al alma?
Primero teniendo en cuenta que nosotros no somos todo eso, nosotros no somos el culpable, ni el malo, ni el feo, ni tenemos un monstruo dentro de nosotros. Y después amándonos, amando ese pedacito nuestro que resiste en nuestro interior, pues ese somos nosotros. Es hermoso ese niño angelical, muy hermoso.
Y cuando nos aceptemos y aceptemos que no somos la carne que vemos, entonces SONREÍR pues sólo a través de la auténtica alegría podemos dejar salir al Ser Creador.
La alegría es la llave del corazón, es el secreto para lograr una vida llena de plenitud. Es el paso que hay que dar para abrir el corazón y de ahí, entregar al mundo todo nuestro amor.
A partir de aquí es tan fácil como empezar a crear. Yo tengo un pequeño truco para llegar al Ser Creativo o la conciencia álmica rápida y eficazmente: hacer tres respiraciones
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y sonreír