Uno de los maestros espirituales con una enseñanza más completa, fue George Gurdjieff (1867-1949)
Gurdjieff creció presintiendo que existía un conocimiento místico y trascendental oculto, y de joven, él junto con otros colegas, decidieron viajar por todo el mundo en busca de este conocimiento. No fue un viaje fácil, sino una aventura de décadas por todos los lugares sagrados del mundo que le permitió conocer todos los misterios, las religiones, los rituales y grupos místicos más esotéricos y espirituales del mundo.

Finalmente halló, en un pueblo sufí secreto, unas danzas sagradas que le fueron trasmitidas y tras años practicando, él mismo escribió sus movimientos y los enseñó. Los movimientos están configurados de tal forma que llevan a la mente a un estado de conciencia superior.
Pero en sus viajes descubrió algo valioso que lo cambió todo, comprendió como el hombre vive dormido.
Los seres humanos viven completamente dormidos, en una especie de sueño despierto. Funcionan de una manera mecánica, con emociones automáticos y pensamientos repetitivos, están dominados por sus hábitos y aunque creen poseer un yo, realmente poseen múltiples pequeños yoes contradictorios.
La vida, para Gurdjieff, consiste en convertirse en un hombre real, un individuo consciente, despierto, unificado, libre interiormente. Abandonar la mecanicidad y lograr la consciencia.
Entonces, al no existir un yo único y estable, el ser humano dormido obedece a múltiples impulsos contradictorios, y el trabajo espiritual consistiría en lograr un yo real, un centro de conciencia plena.
Este trabajo de unificación e integración de los múltiples fragmentos del yo, es una lucha consciente contra la mecanicidad interior. Requiere disciplina, lucha y perseverancia. Sólo con gran voluntad y perseverando, el humano logra abandonar todos sus patrones mentales y puede ser un ser íntegro y completo.
Sus enseñanzas se centran en claves y herramientas para lograr esto. Entre ellas, el eneagrama.
El Eneagrama

El eneagrama ha sido considerado una ley universal, es un camino para romper las distintas máscaras y patrones mentales que puede tener el ser humano. Contiene dos leyes:
Ley de Tres (Triamazikammo): todo fenómeno surge de la interacción de tres fuerzas: activa, pasiva y neutralizante.
Ley de Siete (Ley de Octava): todo proceso se desarrolla en pasos (como las notas de una escala musical) y necesita choques conscientes para no desviarse.
El símbolo es un círculo con 9 puntos conectados entre sí. El círculo representa la unidad total, el triángulo (puntos 3-6-9) muestra la ley de tres. El hexagrama (1-4-2-8-5-7) muestra la ley de siete y los desvíos naturales de cualquier proceso.
A través del eneagrama, el ser humano puede vivir una transformación completa. Esta herramienta puede ayudar a identificar los procesos internos y externos, avanzar y desviarse y puede corregirse con choques en la mente.
Gurdjieff lo creo como un instrumento cosmológico y práctico, pero posteriormente, sus discípulos lo reutilizaron como una forma de ver los tipos de personalidad.
Los 9 puntos señalan 9 etapas de un proceso universal. Un proceso que todos seguimos y donde a veces nos encallamos, a veces nos vemos transformados, otras veces nos vemos arrastrados sin poder controlarlo. Cada punto te muestra una posición energética, y sus uniones te mostrarán la tendencia que seguirá la energía.
Errores posibles al leer el Eneagrama como lectura de la personalidad.
El hexagrama es una herramienta que conozco desde mi niñez. Gurdjieff ha sido una de las lecturas y trabajos que más me inspiró en mi adolescencia temprana. Sin embargo los que me conocéis habréis notado que pocas veces lo menciono. Es porque puede generar una gran confusión. La lectura del hexagrama de muestra las distintas máscaras de la personalidad que todos tenemos, la fragmentación de nuestra mente en partes. Te muestra qué parte, qué mascara en concreto está apareciendo ahora, cómo te limita y cómo te lleva a ser una máquina dormida y automática. El fin de este estudio es salir de esas máscaras.
El error que he visto al leer este cuadro, es que las personas “se identifican” aun más con estas personalidades, integrándolas con más fuerza y considerando que ellas son eso. Ante esto, actúa. No te identifiques, comprende que debes utilizarlo como una rueda, un movimiento que la propia energía. Un día eres una cosa, otro día otra, hasta que un día, ojalá, integres todas las máscaras, todos los yoes en un yo despierto y completo.
Punto 1 – El Perfeccionista (DO)
Energía del punto 1: representa el impulso inicial de cualquier manifestación, la semilla de un nuevo ciclo. La energía 1 es perfeccionista, controladora, crítica, intensa y directa.
- Degeneración → 8: la energía se vuelve rígida, juiciosa, crítica y retrocede al 8, tornándose impulsiva, caótica, generando frustración e ira.
- Avance parcial → 4: la energía sigue, pero de forma mecánica, cumpliendo objetivos sin motivación interior.
- Superación → 4-2-8: con transformación consciente, la energía integra disciplina y equilibrio, abandona el juicio y se desarrolla de manera armónica.
En la personalidad: una persona perfeccionista, crítica y autoexigente, con potencial para iniciar caminos, pero también para volverse mecánica, rígida o arrogante. No tiene atajo: debe seguir la ruta normal de superación hasta encontrar un punto de choque que le permita elevarse.
Punto 2 – El Ayudador (RE)
Energía del punto: representa la fuerza de conexión, empatía y apoyo. La energía 2 es afectuosa, servicial, empática, con tendencia a depender de la aprobación y volverse posesiva o manipuladora.
- Degeneración → 1: la energía se torna controladora, exigente y crítica, perdiendo calidez.
- Avance parcial → 8: ayuda de forma rígida o mecánica, centrada en el deber más que en la verdadera empatía.
- Superación → 8-5-7: logra ayudar con equilibrio y consciencia, poniendo límites, actuando desde la autonomía y la verdadera generosidad.
En la personalidad: alguien empático y generoso, capaz de relaciones profundas, pero con riesgo de dependencia o manipulación. No tiene atajo: sigue la ruta natural del hexágono hasta un punto de choque.
Punto 3 – El Triunfador (MI)
Energía del punto: representa el impulso hacia la acción, el logro y el reconocimiento. La energía 3 es ambiciosa, competitiva y orientada al éxito.
- Degeneración → 6: se vuelve inseguro, dudoso, preocupado por la apariencia más que por el logro real.
- Avance parcial → 1: alcanza logros superficiales sin autenticidad.
- Superación → 1-4-2: con choque consciente, la energía se integra, logra éxito real con propósito y autenticidad.
En la personalidad: alguien orientado a metas y resultados, pero que puede caer en superficialidad o ego inflado. Tiene un punto de choque en el triángulo (3), lo que le permite una transformación más directa mediante consciencia.
Punto 4 – El Individualista (FA)
Energía del punto: representa la expresión, la introspección y la sensibilidad. La energía 4 es creativa, emocional, intensa y única.
- Degeneración → 2: dependencia emocional, melancolía, autoabsorción.
- Avance parcial → 5: creatividad sin dirección, conocimiento interno sin acción práctica.
- Superación → 5-7-1: integración de emociones y creatividad con acción consciente, logrando autoconocimiento y expresión equilibrada.
En la personalidad: alguien sensible, creativo y emocionalmente profundo, con riesgo de autoaislamiento o melancolía. No tiene atajo: sigue la ruta natural hasta los choques del triángulo.
Punto 5 – El Investigador (SOL)
Energía del punto: representa la observación, la introspección y la acumulación de conocimiento. La energía 5 es analítica, independiente y reflexiva.
- Degeneración → 7: aislamiento extremo, dispersión, evasión de la vida práctica.
- Avance parcial → 2: conocimiento acumulado sin aplicación efectiva.
- Superación → 2-8-5: integración de conocimiento con acción consciente, autonomía y sabiduría aplicada.
En la personalidad: alguien profundo, curioso y analítico, con riesgo de aislamiento o dispersión. No tiene atajo: sigue la ruta del hexágono hasta los choques.
Punto 6 – El Leal (LA)
Energía del punto: representa la confianza, la lealtad y la preparación. La energía 6 es precavida, responsable y comprometida, con tendencia al miedo y la duda.
- Degeneración → 3: ansiedad, inseguridad, duda excesiva.
- Avance parcial → 5: cumple deberes sin iniciativa, aplica la energía sin integración.
- Superación → 5-7-1: confianza y coraje aplicados, lealtad consciente y efectiva.
En la personalidad: alguien responsable, leal y prudente, con riesgo de ansiedad o miedo paralizante. Tiene un punto de choque en el triángulo (6), permitiendo transformación más directa.
Punto 7 – El Entusiasta (SI)
Energía del punto: representa la expansión, el disfrute y la creatividad. La energía 7 es alegre, activa y exploradora, con tendencia a dispersarse.
- Degeneración → 5: dispersión, evasión, diversión sin propósito.
- Avance parcial → 3: entusiasmo sin integración, logros superficiales.
- Superación → 3-6-9: alegría consciente, creatividad dirigida, logro pleno de integración.
En la personalidad: alguien optimista y creativo, con riesgo de dispersión o superficialidad. Tiene un punto de choque en el triángulo (3-6-9).
Punto 8 – El Desafiador (DO*)
Energía del punto: representa fuerza, liderazgo y control. La energía 8 es poderosa, directa y protectora, con riesgo de agresividad.
- Degeneración → 2: relaciones conflictivas, abuso de poder, impulsividad.
- Avance parcial → 5: fuerza aplicada sin integración ni visión.
- Superación → 9: liderazgo consciente, fuerza integrada con empatía y equilibrio.
En la personalidad: alguien fuerte, decidido y protector, con riesgo de agresividad o control excesivo. No tiene atajo: sigue ruta del hexágono hasta un punto crítico de choque.
Punto 9 – El Pacificador (DO)
Energía del punto: representa armonía, integración y cierre. La energía 9 es serena, conciliadora y estable, con tendencia a la pasividad.
- Degeneración → 6: indecisión, complacencia excesiva, pasividad.
- Avance parcial → 7: evita conflictos, se mantiene en confort sin progresar.
- Superación → nuevo DO: paz activa, integración plena, ciclo completado y reinicio en nivel superior.
En la personalidad: alguien equilibrado, conciliador y armonioso, con riesgo de pasividad o complacencia. No tiene atajo: la transformación requiere consciencia y esfuerzo en la ruta del hexágono.
¿Cómo trabajar con el Eneagrama?
Olvida lo que crees que sabes, olvida lo que das por hecho, y rompe con la estructura mental que normalmente sigas, incluso con lo más predecible y lógico. Por un momento, eres el observador consciente, de ti mismo o de tu entorno.
Cuando observes algo, cuando veas algo, en ti o en tu entorno, intenta verificar en qué punto está la energía. En qué punto te encuentras ahora mismo, se podría decir, qué vibración (nota musical) que personalidad, que cualidades… Esto te ayudará a observar hacia donde se dirige la energía, cuál sería el siguiente paso lógico, tanto si degeneras, esto es, sino aprendes o si la experiencia te lleva hacia atrás y dispersa o rompe la energía, si evolucionas, si sigue todo su curso sin hacer nada… Una vez reconoces dónde estés, el eneagrama te muestra, hacia dónde irá la energía con esfuerzo, sin esfuerzo, o con dispersión/degeneración.
Cuando esto lo has descubierto y lo integras, puede aprovechar los grandes ciclos, propios y globales, para descubrir los momentos de “atajo”, de cambio transformador, momentos donde la energía, la mente o cualquier cosa puede ser transformada en elevación.
También, si logras identificarte con un aspecto, si te sientes completamente identificado con un eneatipo determinado, todo indica que tu yo está completamente fragmentado, que vives dormido y autómata, víctima de tus patrones mentales inconscientes. Entonces ahora tienes las claves para romper eso, evolucionar y salir del patrón mental en el que estás, despertar y dejar de ser una víctima dormida y pasiva de los impulsos, el ruido mental y estados emocionales inconscientes.