El espejo
Este trabajo está diseñado para los adolescentes aunque puede ser utilizado con personas de cualquier edad.
Este trabajo está diseñado para los adolescentes aunque puede ser utilizado con personas de cualquier edad.
Su objetivo es fortalecer la aceptación, y elevar la autoestima.
El lema: Nosotros somos nuestro instrumento para vivir la vida.
El ejercicio
Podemos imaginar que la vida es una gran sinfonía en la que todos participamos. No hay instrumentos más importantes que otros y cada uno es único y maravilloso. Cada uno tiene su papel, su partitura, y no podemos creer que aquello que sonó, aquella música que hizo otro instrumento, puede ser más adecuada para nosotros que aquella que nos toca vivenciar.
Otra forma es autoobservándonos y definiendo cada uno de aquello que valoramos en nosotros mismos. Uno por uno todos los puntos que amamos en nuestro ser.
Este ejercicio, lo natural es hacerlo en casa en solitario, como “deberes”, y en una meditación en grupo sentir los resultados o buscar respuesta interior a ellos. Un viaje guiado o una experiencia de silencio interior, aquello que mejor resultados de en el grupo que se esté tratando.
Sentir el rol ajeno
En muchos niños y jóvenes, existe una capacidad de observación y juicio muy alta que ha de ser tenida en cuenta.
La necedad juvenil puede extenderse hasta la vida adulta, haciéndonos ciegos ante lo más obvio.
El ejercicio
Este ejercicio es un juego para niños desde los 6 o 7 años hasta adolescentes y consiste en vivir, durante un breve tiempo, el personaje que otro compañero nos haya otorgado en base a un “personaje” de su vida o de su familia que necesite comprender.
El juego puede extenderse durante un día o más, incluso una semana, y ha de ser analizado y comprendido en todos los detalles.
Los personajes han de tener un rol definido y los niños han de actuar con objetividad y sin emotividad. Ellos simplemente han de observar a la persona. Pueden hacer la observación en base a sus acciones, a los sentimientos de esas personas, a lo que expresen, a su aura, sus chakras, karma o vidas pasadas, a lo que perciban de esa persona, a un encuentro con su alma, a interpretar su vida y jugar su papel en la vida, a un análisis concreto… Todo depende del grupo y de lo que se perciba que pueda realizarse.
El objetivo es la autobservación de los juicios sin sentido que hemos tomado a partir de nuestra cultura, de los antecedentes, del cine y la televisión… La observación de que no hay una vida errónea ni hay ninguna persona que “valga” más que otra. La comprensión del micromundo del hombre y la valoración de la intimidad.
El trabajo, con adolescentes, puede ayudar a situarlos en un contexto de comprensión ante la situación del otro y la posición egoísta que a veces podemos llegar a tener las personas.
Con un buen trabajo, puede también ayudar a comprender lo poquísimo que podemos saber de la realidad en base al raciocinio y lo necesario que es el amor para lograr comprender a las personas.
Comunicación con el corazón
El Corazón Sagrado
Los niños, al igual que aquellas personas que ya están trabajando en se ser divino, se comunican a través del Corazón.
Es una comunicación interna, basada en la unión y hermandad de todas las personas en la Tierra.
Existe una unión interna entre las personas, una unión especial de hermandad, formada por nuestro mutuo Amor celeste. Esta unión sagrada puede usarse para comunicarnos entre nosotros, pero no es una comunicación banal o mental, sino una sincera comunicación del alma.
Llegar al Corazón Sagrado
Para llegar al espacio donde surge la comunicación, en adultos, a veces es necesario una meditación previa de limpieza, de conciencia, con niños basta con desear estar en el corazón, al instante el niño se encontrará en un espacio de luz, interno, es la estancia secreta del alma.
Cuando existen fuertes bloqueos emocionales, entonces se puede hacer una visualización de un océano dorado, y sobre él fácilmente nos veremos liberados de todos los bloqueos emocionales. También puede servir el pedir a los guías que nos lleven, que nos dirijan hacia el interior, hacia el corazón.
Ejercicio
Una vez en el Corazón Sagrado llamaremos a la persona a quien queremos saludar, no queremos decir nada, simplemente mandar un saludo de Amor desde el corazón. Si se siente adecuado una gratitud o un elogio.
Al llamarla aparecerá su ser ante nosotros, lo visualizaremos rodeado de luz y lo bañaremos en más luz. Tras esto le enviaremos mentalmente ese saludo, esa gratitud o esa frase de Amor, lo que sea que surja desde este lugar es adecuado. Esperaremos, agradeceremos a nuestro Ser y a su Ser y saldremos de la meditación.
El huerto con amor
El trabajo en Amor
Una vez un Maestro me dijo que todo lo que hiciera, lo hiciera con Amor, y en esa enseñanza está basado este trabajo.
Las plantas, al igual que el agua, son seres muy sensitivos, capaces de absorber y comprender los sentimientos, las emociones y los pensamientos de los humanos.
Se ha podido demostrar como las plantas tienen memoria y pueden recordar si alguien las trató mal, quién fue incluso. Las plantas, energéticamente, también gritan de dolor, suspiran o incluso lloran y se lamentan. Las plantas del huerto, a veces se agotan y sufren la escasez de agua o de alimento en la tierra, otras veces se sienten solas y aprisionadas y otras sonríen alegres del cariño y el amor de quien las cuida.
Ejercicio
El ejercicio del Huerto con Amor es sencillo, consiste en unir a cada niño con una o dos plantas durante un tiempo, todas han de plantarse a la vez y todas en iguales condiciones.
El niño ha de reconocer el espíritu de la planta y sentir su energía, tiene que hacerse “su amigo”, hablarle, expresarle lo que siente, ponerle música, puede cantarle, hablarle telepáticamente o enviarle pensamientos positivos, todo vale, pero ha de hacerlo siempre con Amor. Sintiendo que esa planta es parte de él, su crecimiento está unido a él.
La naturaleza le hace un regalo, el poder contemplar, comprender, alimentarse incluso de él mismo y ha de reconocer este regalo y amarlo.
El ejercicio es sencillo pero se ha de tener especial cuidado cuando se hace con adolescentes en grupo, en estos casos es mejor que se trabaje por separado, permitiendo que el niño vaya al huerto en solitario para que no existan burlas ni miedos o vergüenzas.
Segunda parte: Amor en la Naturaleza
Una vez este ejercicio ya de resultados se trabaja el Amor hacia la Naturaleza, hacia los árboles, las plantas, los ríos, las montañas y más allá hasta donde sintamos adecuado según la edad y el trabajo realizado con los niños.
Pequeño truco
Cuando chupamos una semilla antes de plantarla, mezclamos nuestro ADN y nuestra información con la información de la planta. Cuando esa planta crezca tendrá nuestra información, y crecerá con más vitaminas y minerales justo en las carencias que tenemos, equilibrándonso y ayudándonos, ya que tiene nuestra información desde antes de germinar.
Semillas de luz en la naturaleza
¿Qué son las Semillas de Luz?
Las Semillas de Luz son esferas de luz entregadas por ángeles en meditación. Estas semillas, germinadas, diamantizan los alimentos ayudando a elevar la vibración de las personas.
¿Quiénes pueden recibir y trabajar con estas semillas?
Cualquier persona con buena voluntad puede recibir semillas de luz o bendecir los alimentos, simplemente es necesario que pida recibir esta bendición.
Ejercicio
Con niños se trata simplemente de un trabajo de plantar unas semillas.
Previo a plantar las semillas en las macetas se entra en una breve meditación sujetando las semillas en las manos, en esta meditación se invoca a los seres angélicos, a los arcángeles, a los ángeles, y a los Maestros y seres de luz que acostumbren a llamar, y se les pide diamantizar las semillas que van a ser plantadas.
En caso de adultos se puede llamar a los seres de la Confederación de la Luz además de los ángeles y Maestros que acostumbren a llamar.
Tras esto se espera y se siente lo que ocurre, se percibe cómo aparecen los ángeles y como nos otorgan unas pequeñas semillas de luz las cuales se fusionan con las semillas físicas que tenemos. En algunos casos algunas personas sienten un chorro de luz hacia sus manos donde tienen las semillas que van a ser plantadas
En las macetas plantamos adecuadamente las semillas y regamos las macetas a ser posible con agua diamantina o agua bendecida de la misma manera en que hemos bendecido las semillas.
Durante una semana al menos se riega las semillas con agua diamantina, tras esto se puede regar con agua normal.
Resultados
Como primer resultado encontramos la conciencia que adquieren los niños y jóvenes de que los alimentos, las plantas, la tierra y el agua incluso, pueden ser bendecidos y regados de luz, al igual que las personas con la sanación energética. Que este tipo de trabajo de luz ayuda a crecer los alimentos de una forma especial.
Con el tiempo se puede comprobar como el sabor y la energía de las plantas bendecidas al ser plantadas o trasplantadas es mayor y diferente que la energía de plantas normales. Esto es debido a que su aura y los elementales que alimentan y construyen la planta han sido previamente alimentado de luz. Además aprendemos cómo al bendecir los alimentos con luz o con energía angélica, estos alimentos cambian su estructura interna, lo cual cambiará el sabor, la constitución y más adelante nos cambiará a nosotros al tomar esos alimentos
Ejercicios para desarrollar el silencio con niños y jóvenes
El silencio, la paz interior y la conciencia
Se trata ahora de lograr ejercicios y trabajos para comprender la importancia de la conciencia. Han de ser ejercicios sencillos, adaptados a niños y buscando, no los resultados inmediatos, sino el trabajo continuado y la curiosidad en los niños sobre estos trabajos.
El silencio es un vehículo para llegar a la comprensión de uno mismo, cuando logramos ese estado de conciencia de todo lo que es, de todo lo que somos, lo que nos rodea, entonces desaparece la búsqueda y comenzamos a ser conscientes, ¡somos conscientes! Por unos instantes, minutos u horas para los afortunados, no hay respuesta que se nos niegue, no hay nada oculto, todo está iluminado por la propia luz de nuestra conciencia. Por unos instantes, por segundos, o minutos para algunos, ya no hay preocupación, no hay necesidad, todo es PAZ.
La necesidad desaparece porque nuestro ser está completo, nosotros, al igual que el cosmos, somos divinidad pura, y por unos instantes podemos sentirlo. Este estado es la conciencia.
Los ejercicios que siguen son trabajos sencillos, dirigidos a niños, para que logren entender esa búsqueda interior que durante siglos han estado trabajando los grandes Maestros de la humanidad.
La Respiración
Los ejercicios basados en la respiración son adecuados hasta el momento en que se mecanicen, entonces han de ser liberados de la mente al completo.
Consisten en comprender que nosotros somos un fluir energético, todo es un fluir. Da lo mismo el tiempo que transcurra, la forma de respiración o el trabajo que se haga, somos un fluir, la meta es uno mismo.
El aire que inhalamos, somos nosotros, incluso antes de que lo inhalemos somos nosotros mismos, algunos especulan que ya cuando el aire estaba sobre las ramas del árbol, cuando aun no era oxígeno, entonces, ya era nosotros mismos. Somos lo que nos alimenta.
El aire que exhalamos, también somos nosotros, es la entrega al Universo, nuestro aliento de vida.
Este mantra es el Yo Soy
La energía que llega, el aire que llega cargado de Luz Cósmica para alimentarnos de vida, va directo al corazón, de la Fuente al Corazón. El aire que exhalamos, la energía que surge de nosotros en cada respiración, es nuestra acción, nuestra palabra divina, nuestra gratitud al Universo por nuestra Vida, por nuestra Luz, por lo que somos.
Inspiramos Vida, alimento divino, expiramos Gratitud.
Con este significado, da lo mismo el ejercicio de respiración que sigamos, todo consiste en fluir, en permitir que la energía fluya hasta que el pensamiento se unifique con todo ese fluir desapareciendo y poco a poco solo sintamos y escuchemos nuestro SER. En ese momento ya no respiramos aire, respiramos energía, existencia.
Acceder a la respuesta interior
Este ejercicio sencillo ayuda a los más jóvenes e impacientes a lograr obtener respuesta a sus dudas rápidamente.
Se trata de confiar en nuestra mente, en nosotros y en nuestra capacidad de conexión.
Por unos instantes ponemos nuestro problema en la mente, cerramos los ojos y rápidamente, antes de que quien dirige la meditación llegue a contar hasta 10, recibimos de nuestro interior la primera respuesta que nos llega. Confiamos en ella, con fe en nuestro instinto.
Al salir de la meditación rápidamente anotamos lo que hemos recibido, si solo es un número o un color igual, lo anotamos y en grupo intentamos analizar qué nos llegó y por qué creemos que esa respuesta es correcta o incorrecta.
La capacidad de conexión, la rapidez para entrar en un estado de concentración, se va adquiriendo con el tiempo. Este ejercicio es bueno hacerlo como mucho una vez al día, no en exceso para no permitir divagar la mente, sino simplemente cuando tengamos claridad mental.
A pasito lento
Este ejercicio sirve para tomar conciencia de nuestros movimientos, nuestros impulsos y a controlar nuestro cuerpo. Se trata de “viajar” por unos minutos por la vida a cámara lenta, controlando cada movimiento, cada postura.
La primera vez que se haga, o los primeros 10 minutos, simplemente controlaremos aquello que nos mueve, controlaremos la mente para que los movimientos no acaben siendo rápidos y controlaremos las tensiones más básicas. Los siguientes 10 minutos y las siguientes veces, controlaremos aquellas tensiones innecesarias, intentaremos entender porqué las hacemos, porqué siempre tensamos tal hombre o porqué levantamos el brazo cuando es innecesario.
Así vamos tomando conciencia de nosotros, de lo que nos mueve y lo que nos desgasta.
Pasada una semana haciendo este ejercicio durante unos 20 minutos al día, lograremos resultados muy positivos, emocionales, internos y de autorreconocimiento y autocontrol.
En jóvenes adolescentes se pueden corregir errores posturales graves y en preadolescentes se puede aprender paciencia, autocontrol y, curiosamente, ayuda a liberar energías bloqueadas que puedan ocasionar necesidad de liberación sexual, ira o estrés mental.
El momento del té
Este ejercicio es muy divertido y positivo con preadolescentes, adolescentes y jóvenes.
Consiste en imitar el momento sagrado del Té en la tradición China, un momento de máxima concentración y conciencia. El Arte del Té consiste en un estado de silencio y conciencia donde todos los presentes han de ser completamente conscientes de todo lo que ocurre, hasta el punto de que cada gota que cae a la taza, cada pelo que se mueve, cada reflejo de luz o cada segundo, es sagrado y es “escuchado” por la persona que entra en la meditación.
Imitar el acto completo es muy complicado y mucho más cuando los jóvenes prueban el té pues rápidamente comienzan todos a reír y alguno repite en guasa que le falta “azúcar” mientras ríen a carcajadas.
Lo interesante es crear un entorno similar y hacerles ser conscientes de todo lo que ocurre, primero dos personas, luego tres, luego cuatro. Los demás expectantes, escuchando, qué se mueve, porqué, cuánto tiempo…
Una posibilidad es un baño de pies, contemplar una fuente, beber un vaso de agua…
Distinguir el pensamiento propio y ajeno
Este ejercicio es adecuado sólo con adolescentes mayores de 15 años y adultos. Se trata de buscar en el interior aquellos pensamientos propios y ajenos y diferenciarlos.
Muchas personas no son conscientes de todos los pensamientos que perciben de su alrededor, de personas o de entidades y egregores. En un estado de calma se pueden identificar, siempre con una gran sinceridad sobre lo que cada uno realmente piensa.
La mayoría de los pensamientos que una persona tiene, lamentablemente no son propios, surgen del plexo solar y suelen ser puramente emocionales.
Estos pensamientos nos dividen, nos controlan y nos dirigen hacia fines egoístas, donde cada día nos sentimos más emocionales, más divididos y más lejos de la luz de nuestro interior.
Algunos niños o jóvenes, tras realizar este ejercicio, cuando se les pregunta de dónde surgen sus pensamientos, claramente señalan el plexo solar o el estómago. En estos casos es importante enseñarles a calmar la mente, a no tener ansiedad y a buscar la paz en su vida pues es un momento adecuado para diferenciar esa voz puramente emocional, controlarla y alejarla de uno para que sea el corazón el único que lidere nuestra mente.
El trabajo consiste únicamente en calmar la mente y escuchar, percibir de donde viene cada pensamiento, que naturaleza tiene, si se puede callar, si no se puede callar el pensamiento, si nos produce emoción o ansiedad el pensamiento, si la voz es personal, si cambia la voz. El ejercicio en sí es un trabajo de conciencia, no de obtener resultados, los resultados más positivos se obtendrán al cabo del tiempo.
La sanación intuitiva
¿Cómo sanan los niños?
La sanación en un niño no es semejante a la sanación tal y como la reconocemos los adultos.
Los niños sanan desde la imaginación, la mente vuela libre y el corazón se abre a una nueva experiencia de sanación consciente donde la energía, los ángeles y todo el planeta sonríe a la nueva forma de vida sanada.
Si bien es cierto que algunos niños sanan con las manos de una forma que puede parecer tradicional o alejada de lo que aquí expongo, estos niños tienen recuerdos de vidas anteriores o han sido enseñados en escuelas actuales de sanación. Trato aquí de la forma espontánea de sanación, aquella que de forma más natural pueden aprender los niños.
El proceso de la Sanación
En una mente abierta al Ser Divino en todo lo que es, no existe la enfermedad, ni la caducidad de la vida, sino la transmutación constante. Dicha transmutación, al igual que las notas musicales de una gran sinfonía, son sonidos que se mueven, saltan y cambian constantemente. Todo es un fluir.
Dentro de ese fluir todo tiene sentido desde la consciencia del ser creador. Así dibuja el Universo inmaterial un niño.
El niño se transforma en dibujante de vida, en transmutador, en constructor de realidades, así le “pinta” a una persona rosa allí donde siente miedo, o le envía una bombilla de luz a aquel que tiene oscuridad dentro de sí. A veces “abre” las puertas del miedo a aquel que se esconde.
El niño, de manera espontánea, no realiza ritual alguno, simplemente imagina, sueña y crea. En este acto de ilusión está cocreando sanación. Es un sencillo método que puede ser usado para todo tipo de trabajo de sanación y los resultados son bellezas formas energéticas que moldean la materia y la mente a fin de crear equilibrio allí donde había inestabilidad.
El ser creador es el alma, el alma es un niño que juega desde el corazón. Acceder a este espacio de creación, romper las barreras del miedo, de la ceguera, simplemente comenzar a ser y desde aquí actuar, eso es realizarse, eso es cocrear y construir.
La técnica de Sanación
La técnica que aquí menciono no es más que una entrada al corazón, al niño interior y desde aquí: pintar, colorear, bailar sobre las formas, dibujar otras nuevas, enviar color, luz, sellar, abrir, aquello que espontáneamente surja para sanar aquello que requiere sanación.
Al hacerlo desde el ser creativo, rápidamente se entiende cuándo se puede actuar y cuándo no, se respeta el espacio personal y el trabajo es puramente angélico pues estamos conectando con nuestro Ser.
Ejercicios
Recomiendo realizar esta técnica no con personas sino con objetos, plantas o animales, más adelante con lugares como ríos, montañas o bosques, una vez la mente esté abierta, la imaginación comience a dibujar ángeles, seres de luz o energías y estas “imaginaciones” sean similares en diferentes personas del grupo, entonces ya sí se puede comenzar la sanación con personas.
Los niños, salvo casos especiales, no deberían enfocarse en la sanación de personas, sino en la aceptación del karma personal y el respeto de la elección de vida en cada uno. Tras esto ya sí puede haber un trabajo de sanación más completo.
Consistiría en sentarse todos alrededor del árbol, la piedra o junto al río que requiere sanación, y mentalmente imaginar su sanación. Algunos simplemente mandarán energía de algún color, otros se pondrán un traje de médicos y realizarán complicadas operaciones, otros abrazarán al ser vivo dentro de aquella piedra, río, planta… otros hablarán al viento o a las aguas y pedirán que sane al río, o a la planta. Cada uno a su manera, a de ser algo personal, único.
Tras esto es bueno contar lo que han sentido, dibujar lo que han visto y no olvidar hablar de si han sentido agradecimiento por parte del ser que habita en el árbol o en la planta o en el río.
Sanación de forma natural
Esta forma de sanación la utilizan los niños sin ser conscientes. Así es posible que un niño que siente a su madre triste la bañe con rosa para que se sienta mejor, o que un niño que siente dolor en la pierna por un golpe que se ha dado, se imagine que agua le recorre la pierna a fin de aliviar el dolor. Más allá, algunos niños pueden imaginarse abrazando a multitudes que ven sufrir en las noticias para que con su abrazo calmen su tristeza.
Esto se trata de sanación consciente, dirigida desde el corazón, la cual tiene resultados inmediatos y mucho más potentes de lo que podamos imaginar.
Proyección mental
El viaje interior
Una proyección mental puede confundirse fácilmente con una fantasía o pura imaginación. Es distinta a una proyección astral, porque es más sutil, hay menos intensidad, color, emoción en ella.
Mientras hacemos el viaje, existe certeza, olemos, tocamos y sentimos. Si vemos a una persona la podemos acariciar, tocar y sentir y sabemos que está ahí, sabemos que esa persona, una parte de esa persona, está en nuestro viaje mental, cuando volvemos a esta realidad, en cambio, sentimos que no nos ha salido bien, creemos que todo ha podido ser imaginado y nos vemos lejos de lograr realizar un viaje real.
No existe una línea definida entre la imaginación y la realidad, en diferentes planos o diferentes estados de conciencia no existe esa línea, lo único que nos dice que lo que vemos es real, es nuestro corazón. Si lo hemos vivido, para nosotros, es real.
Màs adelante podremos encontrar sentido, significado a lo que ocurrió, si era imaginación, qué nos quería decir la mente, y si era real, porqué hemos vivido esa realidad.
Ejercicio
Existe un pequeño truco para realizar un viaje mental con niños, un truco “mágico”. No se debe abusar de él pues es bueno separarse del cuerpo lentamente, pero puede usarse en los primeros viajes para potenciar la creencia en que de verdad se viaja internamente.
Consiste en visualizar claramente algo, por ejemplo la hierba de un campo, o agua de una fuente, visualizarlo como si realmente estuviésemos allí, tocarlo, olerlo. Sentir la claridad en esa visión y al instante, ya estamos allí. De esta forma podemos viajar incluso a otros planetas sin apenas darnos cuenta, sirve igualmente para vidas pasadas, para viajar al vientre materno o para ir a la Red Crística.
Ejercicio Un viaje imaginario
Este ejercicio puede ayudar a tener grandes sueños conscientes y viajes mentales durante la noche. Se trata de un divertido juego que durará toda una noche.
Durante la tarde elegir un lugar al que viajar: un templo especial, la casa del mago Merlín, una ciudad de luz, un monte sagrado… Buscar un lugar que consideréis sagrado y al que os gustaría ir. Apagar todos los aparatos de la casa, sobre todo teléfonos y pantallas. Taparlas a ser posible. Podéis hacerlo con colchonetas o en un dormitorio, he imaginar que váis a ese lugar. Teatralizar el viaje: en coche, en avión, en tren… es bueno llegar por “la noche” apagando todas las luces y aprovechando linternas.
Cuando llegués acampar. Imaginar que acampáis. Puede ser la habitación de la casa elegida, o con colchonetas si tenéis. Preparar igual que si os fueseis de acampada. Podéis sacar bocadillos de cena o lo que sea para entrar mejor en la proyección mental a ese lugar.
Pedir permiso a ese lugar para estar ahí y utilizar la imaginación para estar en ese lugar.
Después de un rato dormir imaginando que dormis en ese lugar. Pidiendo a ese espacio que os ayude y guie, que os de respuestas a través de los sueños.
En la mañana podéis agradecer ese espacio y regresar mentalmente a casa.
Jugar con niños
El Niño Interior
Ante todas las acciones que puedan realizarse para despertar la energía cristal hay una fundamental que consiste en el despertar del Niño Interior a través de la risa, de la alegría y la actividad creativa en la cual el alma se mueve libre, vive, se ilusiona, crea, juega y actúa.
El juego es el método, la forma de unión entre nuestra mente racional y nuestro espíritu.
Cuando estamos ante otro Niño, otro Ser Universal, en cualquier edad, en cualquier momento y estado, debemos comprender su naturaleza de Luz, su Ser Crístico, observarlo y sentirlo como un hermano nuestro. No abrir nuestro corazón a su ego y su racionalidad, ni justificar su vida, simplemente SER, vivir ante él libres y espontáneamente en nuestra esencia, comprendiendo que él, ante todo, es otro SER libre. Con AMOR ante ese SER que nos saluda humildemente tras su capa de raciocinio o mente.
Cuando hacemos esto, desplegamos nuestras alas a un viaje hacia la imaginación, hacia la esencia creadora de nuestro interior salvaje. Nos convertimos en creadores, libres, valientes, y ante nosotros se abre un camino de Luz y Claridad donde habita la alegría en cada paso que damos.
Vivir la vida en equilibrio con nuestro niño interior no es nada fácil, requiere abandonar la desdicha, el victimismo y dejar a un lado el pensar, el razonar o el buscar un por qué. El SER Interno sólo actúa, simplemente actúa, no se plantea continuamente qué le llevó hasta donde está ni nuevas metas, simplemente ES, VIVE, AMA.
El ejercicio
Libera de tu mente todo objetivo.
Sonríe en este nuevo silencio del AHORA
Vive plenamente este momento
Observa tu alrededor y canaliza esas energías que Amas desde tu corazón: la brisa, el sonido, las personas cercanas. Descubre los pequeños detalles que hacen que seas feliz en tu vida.
Observa la VIDA que hay en ti y a tu alrededor y ámala hasta donde sea posible amarla. Ama la hormiga, la madera que se convirtió en tarima, la luz que se asoma por la ventana, la flor que dejó de crecer y aquella que no se abrió. Ama en ese descubrir de lo que te rodea.
Ámate: Eres un SER Libre.
El ejercicio en la vida diaria
Sonríe, busca la alegría en tu vida. No busques la razón, ni busques el objetivo, ni te conformes, simplemente descubre que tu corazón se muere de ganas por estar feliz, alegre. Vive esa alegría que hay en ti y resuena constantemente en ella.
El juego
Una vez llegado a este punto, a este estado constante de la búsqueda de la alegría, la paz interior y el sentimiento de que Todo está perfecto, la consciencia de que Todo es Amor, Todo es amado por Dios, Todo es iluminado por la palabra divina del Amor Universal, una vez llegado a este punto, la vida se transforma en un juego donde no hay competición, no hay meta, no hay objetivo, ni expectativa, solo encuentro constante del SER y la VIDA en plena libertad.
Convertido en este estado, en este momento de creatividad y paz interior, entonces estás comprendiendo la Naturaleza de lo que significa Jugar.
La vida es un juego constante, un descubrir el Universo, el Amor divino, el observar y obtener claridad, reposo, alegría… Sonríele a la Vida y en este descubrir, enseña a Jugar, a través del baile, de la pintura, de la magia, hablando con el viento, con el agua, con el Sol…
El trabajo en el juego con niños
La enseñanza del juego a los niños ha de ser como un acto libre, sin competencias, sin metas, sin juicios. Un momento de plenitud, espontaneidad y libertad.
En este acto, el niño crece: se encuentra consigo mismo, desarrolla la crítica y la autocrítica de una forma objetiva y clara, transforma su personalidad de una forma racional a una forma espontánea y natural, rompe sus bloqueos, sus tabúes, se perdona y se libera de las culpas, sana su mente, sus vicios, sus preocupaciones, sus emociones, sus problemas de autoestima y simplemente disfruta.
No importan los aparentes resultados, se trata de crecer en el sentimiento de que somos Libres. No hay ningún astro mayor observando a los soles si su brillo es constante y adecuado, tampoco hay ningún “adulto” observando las pequeñas cometas que circulan por el cielo para que no se “tropiecen” ni caigan. Existe la confianza en la plena capacidad de cada Ser por ser él o ella misma.
Habrá abrigo, sanación y cobijo a quien lo necesite, pero no habrá control, simplemente aceptación. Y ante todo, el niño ha de entender esto, que será abrigado y amado ante cualquier error que pueda cometer incluso antes de cometerlos, igual que será abrigado y amado ante cualquier logro incluso antes de llegar a obtener dichos logros.
El Amor es incondicional y no habrá reproches en el momento del juego, solo crecimiento. En aquel momento en que haya lágrimas, heridas o culpa, entonces jugaremos a sanarnos, a encontrar el equilibrio en nosotros, con disfrute, con alegría, conscientes de quiénes somos y lo que hacemos, y entonces, estaremos “jugando” a crear la realidad.
Trabajo interior con niños
En el juego es donde nos encontramos, donde nos activamos y reconocemos. Es a través de la acción que se despierta la energía, se mueve y se logran los resultados.
Durante mucho tiempo, el trabajo interior consistía en adquirir un estado de conciencia superior, un estado de paz interior y silencio.
Este estado, representado por el Arte del Tiro con Arco, el Arte del Té o las grandes artes como la pintura, la música clásica o la danza, es el estado de conciencia donde cada uno se descubre a sí mismo. Donde una persona se convierte en quien dirige su vida dejando de ser instrumento de su mente y su cuerpo.
Para lograr este estado de conciencia, este estado de paz, hacían falta años de renuncia, de ejercicios interiores, meditaciones y duro trabajo interior. Hoy día, el hombre de occidente, queremos lograr este estado en unos minutos, buscamos información, libros, meditaciones, música, cursos, lo que sea que en un breve espacio de tiempo nos proporcione esta conciencia superior. Claramente es en vano esta búsqueda pues no se trata de una búsqueda externa sino de una búsqueda interna, donde no hay tiempo, ni razón de ser para las prisas, sino simplemente reposo y calma.
Los niños son un espejo de los adultos, simplemente quieren responder rápido, contestar adecuadamente a las preguntas, ser “adecuados” para la mirada del adulto, del educador.
Esto es algo que hay que pedirles que dejen de lado a la hora de realizar estos trabajos, no existe un trabajo más adecuado que otro, no existe una búsqueda ni un resultado mejor que otro, en la espiritualidad, simplemente existe el SER, el SER es eterno, constante y maravilloso. Como las gotas de lluvia, no hay dos iguales. No hay que pretender tener una respuesta correcta, ni ser mejor, ni superarse, simplemente SER, descubrir, amar, liberarse del miedo de no llegar, y aventurarse a uno mismo.
Dentro, en uno mismo, ya está esa respuesta correcta, ya está la sabiduría, la conciencia, ya estamos completos dentro de nosotros. En nuestro afán, en nuestra búsqueda, es donde sentimos la escasez.
El niño ha de saber esto, ha de tener claro que no se trata de resultados, sino del camino. Sólo así podrá descubrir ese momento mágico donde no existe el tiempo y todo ES, eternidad inagotable.
Se trata de jugar, explorar, experimentar, sentir. No de exigir y forzar un trabajo y unos resultados.
La mente se desarrolla mucho mejor cuando no es forzada, o cuando no hay un temor al fracaso o al error.