Los 9 estados progresivos de la mente

tx08Los 9 estados de la mente o los procesos de la Shine se suelen mostrar en este conocido thangka.

Se trata de las etapas que atraviesa la mente en evolución. Un desarrollo que se logra a través de la práctica de la Shiné.

En un inicio la mente, representada por el elefante, puede ser salvaje y peligrosa, y tras un buen desarrollo se convertirá en una herramienta necesaria para el despertar.

Elefante: representa la mente. Al inicio negra y llena de perturbaciones y según avanzamos más blanca, representando la apertura mental.

Estos dos colores también están señalados en la práctica de la shiné, cuando hay mucho agetreo y tensión podemos visualizar una esfera negra en nuestro canal central como desciende hasta por debajo de nuestros pies, y al contrario, cuando trabajamos la shine desde la visualización, imaginamos una esfera blanca brillante en el
entrecejo.

Mono: representa las distracciones de la mente.

Conejo: es la pasividad mental, el letargo.

Cuerda: Representa la memoria y el foco de atención y es necesaria para sujetar al elefante.

Gancho: Estado de alerta

Fuego: Es la energía y el esfuerzo necesario en la práctica que a medida que avanzamos es más bajo.

Alimentos, telas, instrumentos musicales, perfumes y espejo: son los elementos que percibimos a través de los cinco sentidos y los deseos de los sentidos.

Primera etapa:

Desarrollamos la concentración para la cual necesitamos un gran esfuerzo pues nuestra mente es totalmente salvaje.

En estos primeros pasos lo que va delante es la agitación mental (el mono) después la mente salvaje e inconsciente (elefante negro) y por último nosotros (el monje) señal de que es la agitación mental la que realmente nos dirige hacia todos lados. Tal vez ya tengamos la capacidad de concentración (cuerda) y el estado de alerta (gancho) más aun no sabemos utilizarlos.

Segunda etapa:

En esta etapa casi hemos alcanzado la mente, comenzamos a fijar la atención en la respiración aunque los cinco sentidos nos distraen continuamente.

En estas etapas es necesario mucha energía y perseverancia.

Tercera etapa:

En esta fase logramos controlar la mente con nuestra atención. Es el momento en que alcanzamos con la cuerda
al elefante.

Aquí aparece el letargo y la pasividad mental de una forma muy sutil pero obvio para que lo podamos reconocer. Se
trata de algo ante lo que debemos estar alerta. Y aunque el mono, con todas las distracciones, sigue a la cabeza, todos los elementos: mono, elefante y conejo, están atentos de nuestro recorrido.

Cuarta etapa:

En esta etapa la mente, la agitación mental y el letargo, son elementos que nos siguen. Hemos logrado mejorar la
atención y la concentración.

Quinta etapa:

Aquí las distracciones han desaparecido casi totalmente. Aparecen distracciones más sutiles y por ello el meditante no termina de soltar la cuerda y el gancho. Cuando llegamos a esta etapa la mente deja de vagar y la es posible la concentración sin distracciones durante media hora.

Sexta etapa:

En esta fase del camino el elefante y el mono siguen mansamente al meditante quien es consciente de esto y ya no
necesita mantener la atención en ellos.

EL conejo ha desaparecido totalmente y la mente es cada vez más clara y limpia.

Séptima etapa:

Aquí nos encontramos una pacificación completa de la mente. Casi no hay perturbaciones por lo que el meditante puede dejar la mente libre (sin lazo ni garfio), aunque aun así no se pierde de vista la mente un momento.

Llegado a este momento una persona podría estar unas horas con una concentración plena.

Octava etapa:

En este momento la mente se volvió completamente limpia, semejante al elegante blanco. No es necesario vigilarla ni estar atentos, pues la mente es obediente y útil.

La agitación mental y el letargo han desaparecido completamente y la concentración es posible durante uno o dos días sin descanso.

Novena etapa:

En la novena etapa el camino ha terminado.

Se representa cuando el elegante duerme a los pies del meditante. Es la etapa de la absorción total de la mente donde hay una perfecta ecuanimidad y ya no hay dependencia de los sentidos.

Carrito de compra
Scroll al inicio