El Unicornio. La unión espiritual

En la Alquimia el Unicornio es una alegoría del proceso de la unión del espíritu mundano con el Espíritu Santo. La unión entre el Mercurio y Cristo.

El Mercurio tiene dos formas, el León rojo y el Unicornio blanco. El Unicornio representa el aspecto salvaje, indomable, libre y espirituoso del mercurio. Es la fuerza penetrante del espíritu que se adhiere.

Su cuerno que señala su aspecto salvaje, entrega perfección, fuerza, vida y purificación a todas las cosas, y también es antídoto contra todos los venenos.

Por un lado, el Unicornio nos muestra la fuerza primordial salvaje, pero por otro la pureza y fuerza penetrante del espíritu.

Cuando el Unicornio se eleva, se transforma en paloma blanca, momento en que nuestra alma se funde con el Espíritu Santo.

El Unicornio es el animal que reúne los dos opuestos: la perfecta unión de lo masculino y femenino, por ello aparece siempre en la boda alquímica. Su poder sanador surge del fuego del amor de la unión mística entre el ying y el yang. Recuerda que en la alquimia hay tres tipos de fuego, y los unicornios surgen como resultado de la perfecta mixtura entre los tres fuegos en las proporciones exactas. El fuego del corazón, el fuego de la pasión y el fuego que surge como resultado de la unión de los opuestos.

El unicornio es una revelación divina, es un protector de los secretos del corazón. Salvaje no se detiene ante nada y rompe si es necesario con todo lo establecido para que la obra pueda concluirse, para que su boda alquímica se pueda realizar.

Nos ayuda a sanar las heridas del alma y recapitular el dolor sufrido en las relaciones, por la soledad o el rechazo.

Cuando un Unicornio te abrace, te dirija o te hable, tu síguele, escúchale, es un mensaje para tu ser.

En la alquimia una visión de un Unicornio es un acontecimiento sagrado de una culminación en un proceso espiritual. Siempre en relación con la boda alquímica. Con la unión de los opuestos.

Se trata de una culminación que no tiene vuelta atrás. Cualquier otro proceso en la alquimia es posible que se disuelva cuando el trabajo está mal hecho, sin embargo, una vez surge la figura del Unicornio, una vez depuradas las formas con las que se trabaja y realizada la boda alquímica, el resultado es indivisible.

Como dice Penoto en una poesía:

Soy el auténtico unicornio de los antiguos.

¿Quién puede dividirme

Y conjuntar de nuevo mi cuerpo

Para que mi cadáver ya no se abra…?

Los unicornios no son femeninos ni masculinos, son la perfecta unión de tu esencia masculina y femenina. Habla de tu propia realización como resultado de tu proceso interior de aceptación, amor y rendición a tu propia divinidad.

Entre dos personas representan el equilibrio y la armonía desde el alma, es augurio de un bello camino de trabajo interior hacia la unidad y la realización.

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