Durante este especial solsticio vivimos la mágica noche más corta del año. Es una noche de fuerza, misticismo, donde todos los magos de todos los tiempos se reunían para hacer sus rituales más poderosos.
En este tiempo se puede tocar el cielo y unirlo con la tierra. Por ello todas las plantas que se recogen tienen más poder, más energía, son mucho más curativas. Durante estos días, en el planeta, siempre se celebraba con gran júbilo y siempre en torno al fuego. Cuando más fuego y más energía se gaste mejor, porque el objetivo es recordar a la luz interior, al gran Sol, que a través de 6 meses no perderá su poder y volverá a renovar toda su energía y fuerza.
En este tiempo celebramos la despedida del ciclo y nos preparamos para descender a las profundidades de nuestro ser, poco a poco. Igual que en el solsticio de invierno que este día se celebra en el hemisferio norte, podemos conectar con el cielo y los dioses, celebrando su entrada en la Tierra, su renacer y la llegada de su mensaje y su enseñanza sagrado, durante el solsticio de verano podemos conectar con la energía de la humanidad, con los logros y pruebas superadas, con la verdadera enseñanza que cada uno despertó durante su camino de estos largos meses.
Es el día de la mágica, y por ello los hombres se sientan junto a los animales, los elementales, recuperando los poderes ancestrales. Este día se abre el espejo, se abre la puerta al “más allá” y uno fácilmente puede cruzarla y conectar con todos los seres de otros planos, su poder, su sabiduría, su mágica, su misticismo, e igualmente puede quedar atrapado si se descuida.
Rituales
Desde el 21 al 24 celebramos los 3 días de Solsticio, donde se realizan 3 rituales, no importa el orden ni las veces que se hagan estos rituales:
1. Purificación. Donde uno despide todas las cosas que quiere “quemar” en el fuego sagrado. Se limpia de lo viejo y se entrega al cambio y la transformación. Esta purificación es propia hacerla en el fuego permitiendo que la energía del fuego te transforme, ya sea mirando una hoguera, una vela, sintiendo y viviendo tu fuego interior.
2.Meditación: En esta fecha vives un profunda transformación. Intenta unos minutos estar a solas contigo mismo, sin esperar nada, sin perseguirte, solo estar contigo. Recuperar tu serenidad y no buscar, no ansiar, no luchar, tan sólo estar. Este estado de presenta será de gran importancia a lo largo de los siguientes meses y te proporcionará gran energía y poder personal.
3.Celebración. Es importante celebrar en el fuego, con gritos, con cantos fuertes. Las voces fuertes espantan a las sombras que te quieren perseguir en los pasadizos oscuros de tu mente. Mayor es tu temor, mayor han de ser tus guitos, tus cantos. El fuego que abrigues, que sea alto, pidiendo a la luz que hay en ti que no se detenga, y con fe, con consciencia de que le hablas a la luz de tu interior. Celebra con alegría el fuego que hay en ti y que hay en todo, la chispa de la vida, la eterna rueda de transformación. Revive toda la energía del Ave Fénix dentro de ti.
Otros rituales interesantes que se pueden realizar en compañía:
1. Recoge plantas que sepas que te hacen bien. Pide permiso al bosque, luego habla con los elementales y los seres de la naturaleza y pídeles que te lleven a aquellas plantas que necesitas recoger. Por último pide permiso a la planta. Trátala con cuidado, y córtala de tal forma que pueda seguir creciendo. Deja siempre más de la mitad de lo que recojas, la naturaleza no es tuya ni creció para ti. Agradece y despídete. Si no recoges bien las plantas es muy probable que su poder desaparezca o no encuentres la misma planta mágica el año próximo.
2. Cuida a los animales. Durante estos días es muy curioso lo fácil que es comunicarse con los animales, cuídalos, haz algo hermoso por los animales abandonados de tu ciudad, habla con ellos, etc
3. Haz un fuego. En muchas culturas este día se celebra con un fuego. El fuego es el elemento más transformador y vital. Nos muestra el cambio constante, la impermanencia y la necesidad de movernos y adaptaros. El fuego nos muestra los peligros pero también nos da luz en los lugares más sombríos.