Mira hacia dentro de ti, y sentirás que todo es espacio.
Mira hacia fuera de ti, y descubrirás lo mismo.
Si tú eres espacio, no puedes perderte en el espacio.
Visualiza cómo te disuelves en un abrazo hacia el cielo.
Abrazas a la Madre Celestial y te disuelves…
Puedes disolverte en millones de partículas,
y esas partículas en millones de cuantos,
hasta que solo queda espacio.
Pero no es un espacio vacío, sin vida,
sino un espacio que da sentido a todo.
Y tú eres ese espacio.
En su amor infinito, la Madre se manifiesta en cinco luces brillantes.
Una de ellas, blanca y radiante, es la energía infinita del espacio,
que llega desde el espacio infinito que eres,
y te permite albergar en ti todo.
Al conectar con el elemento espacio en su esencia,
das cabida dentro de ti a la vida, a la alegría, al amor…
Das cabida en ti a todo, porque eres espacio.
Tu vida genera vida:
un círculo perfecto de manifestación,
la divinidad misma manifestándose en ti.
Desde tu corazón, esa divinidad fluye en todas direcciones.
Pídele a ese ser superior que eres tú,
manifestado en forma de Madre Divina del elemento espacio,
que traiga de regreso esas cualidades,
esos fragmentos de tu alma que surgieron de la negación de ser,
y que te devuelva esos aspectos para que vuelvas
a sostener en ti la luz, el amor, la dicha, la paz… todo.
Siente cómo surgen de ti rayos de luz
que viajan en todas las direcciones —pasado, presente y futuro—,
llevándose la negación de ser un ser completo.
Y siente cómo regresan esas luces,
trayendo de vuelta los trozos de tu alma
que perdiste al negarte la vida, al negarte el espacio.
Experimenta la sensación de que en ti está el universo entero.
En tu vida se manifiesta la vida de todo.
Para cerrar este trabajo, siente nuevamente
cómo desde la Madre Divina afluyen cinco fuerzas sagradas:
la Madre de la Tierra, la Madre del Agua,
la Madre del Aire, la Madre del Fuego
y la Madre de la Vida o del Espacio.
Estas cinco fuerzas irradian hacia ti
la perfección y el equilibrio de los elementos,
convirtiéndote en un mandala exacto,
en un ser íntegro, equilibrado, completo.
Respira la sensación de estar en armonía
con todo lo que siempre has sido, eres y serás.
Siente cómo esas energías te impulsan
hacia una nueva vida, con más equilibrio y conciencia de ti.
Respirando… regresa poco a poco a la presencia del aquí y el ahora.
Agradece y conecta profundamente con este momento.
