¿Sabes pensar? ¿Desde dónde y cómo piensas? ¿Cómo generas y elaboras tu pensamiento? ¿Hay alguien que piense por ti?
El pensamiento y razonamiento se puede aprender, desarrollar. Habrá personas que sean buenas generando ideas, otras investigando sobre las ideas que se crearon, otras personas serán buenas ordenando los datos…
Aprender a pensar significa recuperar la inteligencia y creatividad. ¿Y para que sirve esto? ¡¡Para todo!! El problema actual del mundo es que nos enseñan qué pensar, no cómo pensar.
¿Sabes pensar?
El pensamiento y razonamiento se puede aprender, desarrollar. Habrá personas que sean buenas generando ideas, otras investigando sobre las ideas que se crearon, otras personas serán buenas ordenando los datos…
Aprender a pensar significa recuperar la inteligencia y creatividad. ¿Y para que sirve esto? ¡¡Para todo!! El problema actual del mundo es que nos enseñan qué pensar, no cómo pensar.
Millones de personas, sin razonar ni cuestionar, actúan a diario siguiendo consejos y guías de otras personas, sin ni si quiera saber por qué. Algunas veces porque esos otros se llaman “expertos” otras veces porque esas personas van muy bien vestidas, otras veces porque son mayores.
Aprender a pensar te lleva a observar e interpretar por ti mismo cada noticia, cada pensamiento y así lograr que tus acciones sean coherentes.
¿Y cómo aprendemos a pensar? Pues una forma muy sencilla consiste en indagar en las distintas estrategias más esenciales de pensamiento. Son aquellas estructuras mentales que pudieran utilizar genios para lograr inventar, descubrir e innovar. Se trata de aprender a utilizar la mente para redescubrir la vida e inventarnos a nosotros mismos.
Olvida los datos
Primero de todo es importante olvidar los conocimientos. La inteligencia nada tiene que ver con los conocimientos. Es más, es muy probable que tener muchos conocimientos obstaculice tener nuevas ideas.
Existe una teoría en la que un creativo, para componer música, es mejor que no escuche demasiada música, así no será influenciado por otros ni por lo que sabe.
Olvidar lo que sabemos también es ponerlo en duda. Y para esto, existe un sencillo truco, basta con comprender que el 100% del pensamiento humano solo produce “teorías”, nada de lo que una persona piense o imagine o comprenda es una realidad absoluta. Todo depende del prisma. Ni si quiera el tiempo es una verdad absoluta.
Posiblemente esos datos estén totalmente alterados, o no nos ayuden a profundizar, ni a ver todo aquello que no alcanzan a dilucidar.
En la educación, cuantos más datos tenga el alumno, más problemas tendrá el día de mañana para utilizarlos, porque los datos limitan, los conceptos adquiridos por repetición y memoria, bloquean el pensamiento creativo.
Muchos educadores se encabezonan en creer que el niño requiere unos conocimientos básicos sin los cuales no podrá aprender nada más, pero la dura realidad es que estos conocimientos básicos son lo único que se aprende en la educación actual. Incluso todas las diplomaturas y licenciaturas son un resumen de conocimientos generales sobre la materia a tratar, materias sobre las que jamás se profundiza en el aula, ¿por falta de tiempo? ¿De interés? Así que podemos concluir que la necesidad de conocimientos básicos no es más que una teoría que limita a los educadores a explorar nuevas formas de educación y aprendizaje.
Realmente no son necesarios los datos, en absoluto, pero sí es necesario aprender a llegar a ellos, aprender a encontrar y contrastar la información. Esta ligera diferencia es la que haría que la educación sirviera para generar personas inteligentes, o personas dependientes de los datos y dependientes del sistema que les entrega esos datos.
Por otro lado, desde el punto de vista de la necesidad de los conceptos y la información previa, damos más valor a “expertos” sobre un tema. Pero ser experto, tener un título o incluso una experiencia sobre un campo, no significa que una persona sea inteligente o que haya experimentado realmente lo que cuenta, ni si quiera significa que sea sincera. Puede ser un fraude, y si creemos en ese título, por encima de la lógica, aceptaremos falacias como verdades incuestionables, sólo por la persona que las ha dicho. Poner “experto” delante de una afirmación, no justifica en ningún momento que esa información sea cierta. Y esto también significa que es necesario contrastar, justificar, profundizar en una verdad para comprenderla.
Una vez nuestra mente se ha abierto debemos comprender que la información que tengamos siempre tiene demasiados condicionantes, por lo que cualquier forma de pensamiento nos ayudará a estar despiertos, a estar activos y ser creativos, pero no a conseguir la verdad, sino nuestra verdad, la que nos resultará útil.
Pudiéramos decir, y de una forma bastante objetiva, que la verdad relativa es el 99% de la ciencia actual, sobre la que se basan casi todos los teoremas, hipótesis y teorías actuales, incluso algunas leyes universales, hoy se descubren que sólo son válidas ante un paradigma concreto. ¿Qué significa esto? Pues que toda verdad es relativa, y que todo cuanto conocemos está sujeto a las leyes de lo grande, o de lo diminuto, o, sobre todo, de nuestra capacidad de percepción e imaginación.
Pensamiento lógico
Desarrollar un pensamiento lógico consiste en aprender a resolver los problemas más básicos que encontremos. Una persona lógica jamás acepta la verdad tal cual se muestra, sino que “saca sus propias conclusiones” en función del contexto, de los datos, de las referencias…
Desarrollar una mente lógica se realiza a través de sencillos ejercicios. Y este tipo de pensamiento se limita con la repetición de contenidos y con un mal desarrollo de la memoria mecánica.
El pensamiento lógico pudiera parecer el más espectacular e interesante, realmente despierta mucha curiosidad este tipo de inteligencia, pero también tiene sus limitaciones y muchas veces requiere abrir el paradigma y las limitaciones de lo tajante y lo supuestamente obvio.
Buscar otro camino
Podemos iniciar la casa por el tejado, podemos empezar por el resultado, o podemos intentar aplicar principios matemáticos a las emociones con tal de buscar un camino de razonamiento diferente.
Los caminos de la lógica son simples y muchas veces nos llevan a verdades absolutas, sin embargo, cuando ese mismo camino se realiza desde otro lugar, es posible que lleguemos a otra verdad, tan real como la primera o más, que jamás hubiéramos tenido en cuenta de no haber salido de nuestro camino.
Esta estructura de pensamiento parece la más lógica y sencilla pero es mucho más compleja cuando estamos acostumbrados a resolver problemas con una única solución. Imagina que tienes un problema matemático que no te da un resultado válido, sino 6 u 8 resultados todos igual de correctos. Aunque parezca absurdo la vida es así, la vida tiene muchos resultados correctos, así que las matemáticas, la comunicación, la tecnología, todo es así.
Posiblemente una de las cosas por las que menos hemos avanzado tecnológicamente con los coches y motocicletas se deba a que mantenemos la estructura, el camino lógico de cómo funciona un vehículo de lo que ya hemos visto y aprendido.
Pero pudiera ser que los coches utilizaran motores diferentes, o no usasen ruedas, o incluso fueran aeropropulsados. El intento muchas veces consiste en buscar sobre el camino que mil veces se anduvo, la inteligencia se desarrollaría en esta ocasión pensando como si jamás se hubiera visto ningún vehículo, o desde la necesidad de un resultado concreto y no con un inicio determinado.
La técnica de buscar otro camino servirá para dar la vuelta a lo conocido. La puedes utilizar en la historia, para comprender estrategias políticas y sociales, para entender otras culturas, para aprender un idioma.
Vamos a realizar un ejemplo para aprender a utilizar otro camino en el pensamiento. Observa porque a algunas personas les cuesta aprender inglés u otro idioma. El camino normal en este pensamiento es que la pronunciación, la memoria, la gramática se dificultan. Pero vamos a pensar de otra manera. Otro camino. Tal vez los distintos idiomas, al pertenecer a distintas culturas, al tener otro pero gramatical y fonético, generen distintos tipos de pensamiento. Esto generaría que no puedas aprender otro idioma si no aprendes a “pensar” en ese idioma.
Si esto fuese así tendríamos que ver cómo es la estructura de pensamiento de cada idioma. Si observamos el chino o el inglés, son idiomas básicamente centrados en la acción, y no una acción cualquiera sino una acción presente. Las frases, la entonación, todo. La cultura inglesa es una cultura de acción. El lenguaje se utiliza para actuar, dirigir, crear. Muy similar al lenguaje chino donde ni si quiera existen formas verbales en pasado o futuro, todo es un presente sobre el que pequeñas expresiones nos ayudan a situarlos en un tiempo u otro. El lenguaje castellano, al contrario, se basa en un sinfín de adjetivos y adverbios. La cultura se mueve en el cómo, cuándo, dónde. Sin importar tanto la acción, los detalles, su descripción e interpretación juegan un papel importante. Pudiéramos decir que es un lenguaje para describir, sentir, imaginar y pensar. Si una persona quisiera aprender castellano con profundidad debería comprender la importancia de todos esos detalles en cada frase.
Bueno, este sería un ejemplo de otro camino en la forma de pensamiento.
¿Para que nos ayuda? Cuando no encontramos salida, cuando no comprendemos nada o no nos comprendemos con nadie. Cuando el pensamiento está atascado. Las personas obtusas, las personas que llevan años mirando lo mismo desde el mismo ángulo sacando las mismas conclusiones.
Las personas que suelen pensar así de entrada, que siempre miran desde otro lugar, buscando otro camino, son personas despiertas, incomprendidas y muchas veces se aburren en lo cotidiano. Sin lograr adaptarse al sistema educativo, tienen ideas extrañas sobre lo que todo el mundo conoce.
Pensamientos abstractos
Las personas que tienden a una inteligencia abstracta logran inventar, dibujar un mundo completamente distinto. Sus ideas pueden parecer locas, pero tienen gran efectividad y desafían todo lo conocido.
La mente abstracta es intuitiva, rápida y sobre todo emocional. No se trata de una forma hipersensible o delicada, sino la sensación clara de que todo tiene un aroma, un color, una emoción asociada. Números, letras, palabras, nos llevan a una sensación, y la persona juega con esas sensaciones en vez de con esos números.
Esto significa que el recorrido mental para llegar a una idea no es recorrido por los números en sí o las palabras, sino por las sensaciones que son generadas a raíz de estos.
Por ejemplo, estas personas suelen asociar a cada número un color, o un aroma, así 2 + 2 no son 4, sino que, azul más azul es amarillo intenso, por poner un ejemplo, pues estos colores, o formas geométricas o sensaciones sin más, son totalmente personales y únicas.
La inteligencia de estas personas se basa en su experiencia interna y emocional, por lo que sus preguntas son realmente intensas y necesarias.
¿Cómo logramos este tipo de pensamiento? La inteligencia abstracta debe trabajarse desde esa experimentación sensorial. No estaríamos hablando de la intuición, ni tampoco de respuestas claras o contundentes, sino de un viajar cognitivo por entre las capas más o menos profundas del propio sentir.
Toda innovación surge realmente aquí. Todo creativo nace en esta forma de pensamiento. Sin poder ponerle palabras, el juego se convierte en el mejor aliado para desarrollar este tipo de inteligencia que nos ayuda a hacer las paces y comunicarnos desde un lugar mucho más amoroso y sabio con aquellos que nos rodean.
Esta forma de pensamiento es respetuosa con el sentimiento, pero no con las ideas de otros, pues si el pensamiento está basado solo en conocimientos, la experimentación transformará hasta disolver toda verdad objetiva, generando una idea nueva y completamente extraña.
Lo ideal sería crear una sala de arte, donde se pudiera pintar hasta el techo y las paredes, donde los materiales estuvieran a disposición libre y no hubiera ni una sola regla ni técnica. En esta sala no habría halagos, ni crítica alguna, ni miradas de desprecio. ES una sala de creación libre e ilimitada. Donde todo lo que surge de uno es bien recibido. El objetivo, desarrollar una forma de pensamiento que nazca de la propia experiencia sensitiva, sin comparación, copia o limitación.
Pensamiento ordenado
Esta forma de pensamiento ha sido esencial para lograr grandes avances en la ciencia.
Aquí tendríamos el ejemplo de Dmitri Ivánovich Mendeléyev, el científico ruso que encontró el patrón sobre el cual ordenó todos los elementos químicos, generando la tabla periódica. Una de las herramientas más importantes de la ciencia.
El objetivo del pensamiento ordenado normalmente es clarificar lo que estamos analizando u observando con total objetividad.
Una persona, cuando no logra algo, necesita ordenar, pero hay muchas formas para ordenar las ideas. Muchos patrones y muchos caminos para lograr lo mismo. ¿Lo mismo? Indudablemente no. No tiene nada que ver ordenar algo de pequeño a grande que por orden alfabético.
Aprender a tener un pensamiento ordenado nos dará una visión clara, sencilla, una comprensión lógica y ordenada. Pero no sólo servirá para tener una única respuesta, sino sobre todo para encontrarnos lo que actualmente está ocurriendo y qué podemos hacer con la información que ya poseemos.
Para desarrollar el pensamiento ordenado es necesario iniciar en el caos, comprender la importancia de reordenar la situación, observar diferentes puntos de vista y poder tener claridad sobre aquello que tenemos que pensar.
Un ejemplo sería al observar los acontecimientos más importantes a lo largo de un año o un periodo determinado. Podemos poner los datos por orden cronológico, pero también los podemos relacionar según las emociones que hemos sentido, o sobre las personas implicadas en cada evento, podemos colocarlos por lugar, por resultados, incluso podemos enlazarlos de todas las formas a la vez, podemos ordenarlos en base a su origen y su desencadenante, sobre la causa y el efecto. De esta forma, el cuatro que tendríamos mental nos ayudaría a transformar la visión que tenemos sobre algo, tener una comprensión más completa e incluso lograr descubrir cosas que antes no éramos capaces de ver.
Pensamiento encadenado
Trabajándolo desde lluvias de ideas o simplemente sobre dibujos realizados sin levantar el lápiz del papel, el pensamiento encadenado nos ayuda a lograr un pensamiento fluido y rápido.
Sobre todo, para aquellas personas que sienten que están bloqueadas, que no son capaces de tener creatividad, o que ante cualquier preguntan sólo se les ocurre una única respuesta, el obligarse a un pensamiento encadenado ayudará a agilizar la mente y llegar más lejos.
Este tipo de pensamientos, lo interesante que tiene, es que resulta muy fácil para utilizar con otras personas, generando sesiones muy creativas con resultados increíbles. Por ejemplo, la mayor parte de series televisivas se realizan así, sólo cuando entre dos o tres personas logran una buena concatenación de ideas, la serie se convierte en un gran éxito.
Esta serie de ideas una tras otra se puede realizar sobre una base concreta, pero también puede ser sobre ideas que no tengan nada que ver unas con otras, lo cual generaría ideas nuevas sobre cosas que ya existen.
El método científico
Finalmente tengo que concluir el artículo con una crítica, y lamento realizarla porque realmente se me da muy mal. El método científico, basado en una incuestionable lógica científica, ha sido un instrumento maravilloso para la evolución de la civilización humana, pero también ha sido un instrumento de destrucción. Gracias o por culpa del método científico, la educación presenta el modelo actual, la alimentación está basada en alimentos procesados, la medicina natural está desapareciendo y el arte y la creatividad se consideran simples formas de ocio, el método científico acabó con gran parte de tradiciones, con la familia, con el amor natural, con la solidaridad y con espiritualidad.
De una forma consciente, se utilizó el modelo del método científico para justificar la estructura económica actual, las sociedades, el trabajo, la esclavitud y hasta el tiempo en que una madre debería dar el pecho a sus hijos.
Tal cual está documentado, este método fue utilizado por las familias más ricas del mundo para elaborar el sistema financiero, el sistema educativo, sus farmacéuticas e incluso las jornadas laborales y tiempo de vacaciones necesario de los trabajadores.
Por ello creo que este método, aunque haya sido útil en el pasado, deberíamos considerarlo como una de las peores herramientas para la humanidad, porque en su nombre se justificó en el pasado atrocidades sin límite, y quién sabe si se continúan justificando.
Sin ser exagerada, puedo confirmar que la alimentación natural, la fitoterapia, toda la medicina natural, la educación, los valores humanos, la creatividad y el pensamiento abstracto, entre otras cosas han sido eliminados poco a poco de nuestras vidas gracias a los resultados de educar y vivir en base el método científico, el cuál está en cada una de las profesiones y áreas de la vida, gobernando fríamente en los conceptos que normalizan lo que en otro tiempo pudiera haberse visto inaudito.
El método científico está basado en unos pasos:
Observación – Planteamiento del problema – Hipótesis – Experimentación – Registro de datos – Análisis de interpretación – Verificación de hipótesis
¿Qué significa esto exactamente? Básicamente el método consiste en observar lo que ocurre, descartar todos los elementos que no nos interesan o que no podemos cuantificar y catalogar (sensaciones y sentimientos entre otros, aunque también todo lo que nos moleste) y en base a los datos que nos interesa recopilar, realizar hipótesis y teorías, que no son leyes universales, que no son determinantes, sólo son hipótesis. Pero son hipótesis que han llevado al mundo a la situación de desigualdad que conocemos. En base a estas hipótesis se construyen casas, se levantan negocios, se elaboran teorías educativas, proyectos educativos, en base a estas hipótesis se construyen hospitales y se preparan a los médicos. En base a las hipótesis del método científico se justicia nuestro sistema judicial internacional, se justifican guerras, asesinatos, todo.
¿Es correcto? Pues claramente tiene algunas lagunas.
Podemos observar el sol, plantear problemas hipótesis, teorías, pero somos humanos y lo que más no nos interesa es que nuestra piel se alimenta a través del sol. ¿Cómo te sientes cuando tomas el sol? ¿Sonríes más los días soleados o los días lluviosos? ¿Por qué la gente se tiende a enamorar más en verano?
El método científico jamás podría contestar estas sencillas y humanas preguntas.
Aprender a pensar significa recuperar la inteligencia y creatividad. ¿Y para que sirve esto? ¡¡Para todo!! El problema actual del mundo es que nos enseñan qué pensar, no cómo pensar.