Hexagrama 31: El influjo

La segunda parte del I ching comienza con Hsien, El influjo.

Hsien es el movimiento de los enamorados: Sobre la montaña hay un lago.

Representa una nueva fase en el camino personal. Uno ha alcanzado la montaña dentro de sí. Su mundo interior no se altera con la misma facilidad, es capaz de abrazar cielo y tierra y sostener la luz de su interior sin titubeos. Entonces aparece Hsien.

Sobre la montaña hay un lago, la imagen de la influencia,

31
31

Así el hombre superior

Con su receptividad

Deja que los hombres lleguen a él.

Hsien habla de una atracción inevitable, de un acontecimiento o una experiencia más profunda que desafiará nuestra paz interior. Lo podemos interpretar como un cántaro roto, como dos partes de una misma unidad quebradas, separadas, que con fuerza son atraídas la una hacia la otra inevitablemente. Su necesidad de unirse es más fuerte que ellas mismas, incluso más fuerte que cualquier juicio de lo que sea valioso o no.

Cuando nos encontramos ante algo completo podemos diferenciar, estamos en ese punto de orgullo que nos hace creer que hay algo que es más importante, entonces discriminamos y apartamos, dividimos, separamos. Podemos menospreciar las partes faltantes o incluso creer que no son necesarias.

Pero cuando el camino te lleva hasta Hsien, no importa tanto lo que puedas creer, el juicio no podrá darte ninguna clave, es más, posiblemente te confunda más de lo que crees. Por que la vida te está mostrando que te falta una parte de ti mismo que inebitablmente es atraída hacia ti y no podrás hacer nada para evitar la unión.

El dictamen es sencillo:

El influjo, logro,

es propicia la perseverancia,

tomar a una muchacha trae ventura.

En la lectura del I Ching, el hombre es el aspecto masculino, el aspecto fuerte, y la mujer es el aspecto femenino, el aspecto débil. No se trata de masculino y femenino como mujer y hombre, sino de la cualidad espiritual. No sería una buena unión si es el aspecto más débil quien inicia la atracción o quien camina esta senda. El aspecto fuerte, influido o seducido por la mágia del aspecto debil, se enamora sutilmente, sintiendo una atracción interna hacia su complemento. Esto significa que en esta atracción no hay orgullo, ni preferencia, ni control, ni si quiera corazón, tan sólo naturaleza. Pero no una naturaleza física, sino una naturaleza divina. El mismo nombre del hexagrama significa general, universal, la traducción de «el influjo» es un sentido figurado. Porque la unión y atracción de la que se habla es natural, se entrega desde el cielo y la tierra y conmoverá a los aspectos pertinentes durante el tiempo necesario para que haya un cambio. Además, el principio masculino es imperativo que inicie esta atracción colocándose debajo del prinipio femenino, para que no haya orgullo, ni juicio, ni se quiebren las partes. Pongamos el caso de un sabio y su discípulo, sería inadecuado que el influjo o la atracción la inicie el discípulo, sino que es el maestro quien inicia su caminar e influye sobre el discípulo. Sería inadecuado preguntar antes de que el maestro diga que estamos preparados para preguntar, sería incorreco buscar aquell oque creemos que nos falta, pues es el mismo universo quien nos entregará justo esa parte de nosotros mismos que un día fue quebrada para que al fin podamos completarnos.

Este hexagrama habla de una atracción involuntaria, como una corriente universal y completa que atrapa y conmueve en todos los ámbitos. Una influencia sobre uno mismo y sobre los demás. Y es una atracción que impulsará hacia otra nueva fase de vida, hacia el hexagrama 32: la duración. Pues aquello que realmente perdurará, según el I Ching, debe estar sostenido sobre esta cualidad de Hsien, las cosas duraderas han debido madurar profundamente en su propio camino, después han debido sentir que estaban rotas, reconocer al otro como un cachito desprendido de su ser, y después han debido de sentir ese alegre y emocionante influjo que inevitablemente nos lleva a reunirnos, a juntar todas nuestras partes en una unidad, a juntarnos en la dirección correcta, sin despreciar ninguna parte de uno y sin menospreciar la fuerte energía que nos influye.

Como esta atracción surge de la unión del Cielo y la Tierra, creará y manifestará todas las demás cosas. Una persona que ejerce este tipo de atracción sobre los demás, tendrá una naturaleza equilibrada.

Algo superior a nosotros, o algo interno, o algo más profundo, alguien externo, pero de todas las formas que miremos, algo que el Universo colocó ante nosotros, se presenta en nuestra vida y con una fuerte atracción nos llama. Sentimos anhelo, magnetismo, una fuerza similar a pensar que un ying y yang que lleva siglos incompleto se va a completar. Algo que nos falta, o que es nosotros mismos, y posiblemente desconocíamos, irracionalmente, sin corazón y sin cuidado, nos arrastra hacia una nueva forma de vida inevitablemente.

Cuando Hsien aparece en el I Ching hay una unión nueva que tendrá durabilidad, que, aunque claramente en libro de las mutaciones se habla de cortejo y matrimonio, puede ser un contrato, una reunión de dos partes que iniciarán un viaje juntos.

Lo curioso aquí es comprender que la fase más profunda y mística en un camino de elevación a través de los movimientos del universo, se inicia en un cortejo, en un matrimonio. Pues claramente, hasta este punto no existía la madurez para dicha unión, uno no puede comprometerse consigo mismo, con el cielo, con la tierra ni con nadie hasta que no ha alcanzado esta serenidad, ha debido recorrer los 30 primeros movimientos y luchar con casi todas sus sombras, para una vez ahí, sentirse arrastrado por la seductora influencia de esa dulce emoción que embriaga el alma.

Según este movimiento, cuando uno se rinde, todo lleva a buen puerto. Las fuerzas que desde el cielo están predestinadas a unirse se reunirán con una emoción dichosa y una gracia divina, con alegría, de una forma exitosa, siempre que uno se rinda a esta enseñanza nueva.

Es el camino de un conocimiento superior, como influir en el corazón del otro, como mantener la paz en las personas y en uno mismo a través de un rendirse a las fuertes corrientes del universo.

Muchas personas eligen conscientemente sobre sus relaciones, y también sobre eso habla este hexagrama. El influjo no tiene nada de consciente, la atracción no está basada en la razón. No podemos lograr durabilidad desde un entendimiento de las relaciones, sino desde una atracción superior que se da independientemente de nuestro juicio. Muchas personas se resisten a este movimiento, o lo alteran, o buscan generarlo, pero la verdadera atracción de dos partes de lo mismo se da de forma natural. Y es posible que sea más fácil iniciar una relación y mantenerla desde unas formas correctas, con cordialidad, incluso con control. Es más fácil llegar a casa y encontrar que todo se puede controlar. Pero entonces no hay maduración. Elegir una pareja, o elegir un trabajo, o una enseñanza, aunque pueda parecer sabio, es pobre, pero cuando el mismo universo elige por ti y te dejas arrastrar o influir por aquello que el cielo te trae, es claro que haya mucha más durabilidad, más profundidad en la influencia.

Más allá de si una relación es buena o mala, si dura mucho tiempo o poco, cuando llegamos a esta fase del camino interior comprendemos que hay aspectos en la vida, que aunque correctos, no nos influyen, no nos atraen, y no generan en nosotros nada, ni bueno ni malo. No hay complementación por lo tanto no hay evolución. ¿Si es correcto elegir una pareja o elegir no tener pareja porque haya estabilidad emocional, o porque no haya complicación al no haber reto de evolución? Pues nunca se sabe lo que es correcto o no lo es. Pero el influjo habla de algo que nos va a cambiar, a alterar. Habla de que si realmente quieres mantenerte alerta, despierto, y continuar avanzando el camino, has de ser tocado y transformado realmente. No te basta ya con una atracción mental o emocional sencilla, sino con la necesidad de complementarte y reunir tus partes, superar los rotos, dejar de sentirte quebrado, solo, roto, herido, superar el reto de comprender la evolución que tus partes han de vivir, aprender a esperar, a comprometerte con tu propia evolución y la de los demás, y sobre todo, no acomodarte. Posiblemente sea más fácil elegir una relación o una enseñanza que no te muestre que te faltan partes de ti, ni que tienes que superarte, es mucho más fácil elegir algo que te ayude a vivir en un aparente equilibrio que no te muestre continuamente lo quebrado o incompleto.

Entonces el amor, al igual que todo lo demás, se torna peligroso, imprevisible. Ni si quiera podríamos confirmar que fuese duradero, pero su influjo y lo que generar en nosotros sí lo es. No se trata de un sentimiento cómodo y tranquilo, sino de un influjo completo y transformador al que, si estamos preparados, nos rendimos y lo vivimos.

De esta forma, la mente debe permanecer humilde y libre, receptiva a los buenos consejos. Aquella persona que cree saberlo todo, o aquella que tiene el control de su vida y sus relaciones, empobrece su alma al no dejarse arrastrar por la poderosa fuerza del influjo que siempre nos llevará a completarnos. Y comprendamos que no sólo es un hexagrama que habla de enamoramiento, sino de todo aquello que podrá ser duradero en nuestra vida, en nuestro corazón.

Cuando el hexagrama 31 aparece en tu vida, es muy probable que si no estás ya envuelto en una energía incontrolable y poderosa de atracción, pronto algo te conmueva y atrape hacia sí para transformarte y generar los cambios que claramente necesitas y así lograr un compromiso mayor con tu propio corazón y tu camino de vida. Aparece una atracción hacia algo que te complementa y te completa

Con el tiempo podemos comprender que es necesario sentir este influjo para poder avanzar.

Hablamos de un momento en que la persona en su camino interior ha logrado una paz, un equilibrio determinado. Es una montaña. Entonces el lago, arriba de ella, le conmueve y le suaviza. Sus aguas nutren a la montaña y hay serenidad en esta forma. La montaña se deja conmover por la suavidad y el influjo del agua. Hay durabilidad en cualquier aspecto.  

Puede ocurrir que aparezca este sentir, algo con fuerza nos lleva a un nuevo nivel en el sentir, pero la persona ha luchado mucho para lograr su paz, para estar en equilibrio, entonces rechace el influjo, lo intente apartar, o controlar, o manipular. Pero no es posible. Cuando el Hexagrama 31 surge el influjo es irracional. La montaña no puede apartar al lago, aunque se sienta más fuerte, es más, si se siente más fuerte probablemente sentirá más estar quebrada y rota al sentirse separada del lago.

En las diferentes líneas tendríamos la madurez y el camino que nos lleva este influjo.

Cuando al inicio hay un seis, el influjo está en el dedo gordo de los pies, aun es pequeño, no tiene importancia aun en el mundo externo. La persona se ve arrastrada por un influjo, hay atracción, sí, pero no hay efectividad, trascendencia alguna.

Cuando hay un seis en el segundo puesto, la influencia ya se muestra en las pantorrillas. Entonces es un signo menos positivo. El movimiento muestra que la persona sintió la atracción y avanzó, no se rindió ante ella. Habla de un paso, un movimiento. Habla de desgracia. El hilo que une puede romperse, o desviarnos. Este tipo de atracción no nos ayudaría a crecer sino a menguar.

Cuando hay un nueve en el tercer puesto la influencia está en los muslos. En este caso el hombre arrastrado por una influencia que toca su corazón, comienza a actuar por puro capricho, entonces hay humillación. Debe controlarse, debe lograrse que la disposición de nuestro corazón no esté comprometida. No es saludable correr hacia todo aquello que nos genere atracción, sino permitir que esta atracción nos transforme.

Cuando surge un nueve en el cuarto puesto se habla de un logro. El influjo es real, es completo. Perseverar en este sentir traerá cambios y buena fortuna. Desaparecerán todos los remordimientos. El influjo llegó hasta nuestro corazón. Los actos que surgen aquí son importantes, traen consigo algo bueno y constante. Aunque el corazón es susceptible, o aunque la mente esté agitada, los efectos serán buenos.

Cuando aparecer un nueve en el quinto puesto la influencia está en la nuca. No hay remordimientos. Esta interesante línea mutada habla de un influjo, una atracción que no podemos saber dónde se origina. La nuca no sólo es la parte más rígida, sino también es la parte que no podemos ver. No hay posibilidad de confusión, si uno se mantiene firme nada podrá alterarle. En algunas interpretaciones se habla de que es sencillo comprender lo que ocurre, o interpretarlo, aunque no sepamos su origen. Dos personas se sienten muy atraídas, pero no saben por qué, aunque sienten que la atracción es propicia duradera.

Por último, un seis en el último puesto habla de una influencia en las mejillas y la lengua. Este movimiento habla de la influencia que se ejerce por el habla, por la comunicación. Se trata de aquella persona que intenta generar atracción por la boca, sólo por las palabras, sin conmover, sin implicarse. Entonces esta atracción queda en nada.

4 comentarios en “Hexagrama 31: El influjo”

    1. Hola Teresa! He escrito otro artículo que ayudará a entender cómo trabajar con el I Ching y cómo leerlo. Igualmente estoy en un desarrollo detallado de cada hexagrama que podrá guiar en la interpretación de las 8 energías esenciales sobre las que se fundamentan los 64 hexagramas del I Ching. Un abrazo y gracias por el comentario!

  1. Hola ..pregunto sobre qué pasará con mi relación con mi ex pareja que hace un mes rompió conmigo …me sale estén exagrama mucho ….de repente lo dejo ..no quiero hacerme ilusiones que vuelve …será eso???

Los comentarios están cerrados.

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