I Ching

Origen del I Ching

Fuxi fue el emperador blanco de China, a lo largo del 2800 a.C. Se le atribuye la creación de la escritura, la pesca y la caza, pero, sobre todo, llega a nuestros días como quien nos trasmitió el I Ching a fin de dar orden y un sentido de vida a la humanidad. En ciertas tradiciones se dice que Fuxi recibió de forma sobrenatural los hexagramas y su significado, en otras tradiciones se dice que ya existían los baguas antes de Fuxi. Como fuere, esta mítica enseñanza es un poderoso instrumento de gran exactitud.

El I Ching es el libro del los cambios o el libro de las mutaciones.

Esencia

Aunque actualmente el I Ching se utiliza como un oráculo, esto está muy lejos de la verdad. El I Ching o libro de los cambios, es una explicación detallada de todos los movimientos que se originan en esta manifestación donde cada polo femenino y masculino va mutando hacia su opuesto dando origen a todas las cosas. Es un libro de cómo el padre y la madre se unen, engendran, se separan, se transforman y cómo surgen así el sinfín de aspectos que conocemos. Una continua transformación que da origen a los 64 movimientos que determinan todo cuanto nos rodea.

Comprendamos que en una visión occidental, las cosas son determinantes, claras, lineales. Entonces una montaña es una montaña, el viento es el viento, el cielo el cielo. Hay claridad en el concepto y todo está determinado por el momento presente y la manifestación.

El I Ching sugiere un punto de vista no de la manifestación, sino del “viento” o movimiento que origina tal o cual manifestación. El mundo no estaría compuesto por experiencias, cosas o manifestaciones, sino por movimientos internos en constante transformación y conjunción que originarían las manifestaciones.

El I Ching describe claramente todas esas manifestaciones con sus diferentes influencias en la vida. Lo cual da pie a poder entender en qué momento o proceso se encuentra una persona, cuál es la tendencia, y sobre todo, cómo actuar sabiamente ante las diferentes situaciones que se presentan.

Hexagramas

Este compendio de movimientos se estructura en los hexagramas o líneas.

En su inicio tendríamos una forma energética lineal clara, un horizonte, una puerta hacia el vacío. Es una línea continua, impar, masculina: el Yang. Es apertura, claridad, expansión, luz… En las cuentas se señalaría desde un 7 que representa la línea Yang en equilibrio o un 9 que muestra una línea Yang tornándose Ying, transformándose en su opuesta.

Y su puesto, una línea discontinúa, femenina, semejante a un camino que se abre, una imagen clara de quien sostiene, guarda, retiene, contempla, define. Es Ying. Se señala desde los números pares 6 y 8, 8 en equilibrio y 6 cuando está transformándose hacia el opuesto Yang.

Unimos Ying y Yang de dos en dos, pero rápidamente de estas uniones surgen los trigramas, que son las 8 formas básicas donde las energías Ying y Yang se manifiestan.

Kien es el Cielo, es el padre, con tres horizontes expandiéndose en el infinito. 3 líneas continuas solemnes y serenas. Kun es la Tierra, es la madre, con tres caminos partidos que sostienen la forma concreta, domestican y retienen.

De la unión de Kien y Kun surgen los hijos. Los tres hijos masculinos de mayor a menor: Dtxen, Kan y Güen; y las tres hijas femeninas: Sun, Li y Dui

Cuando estos trigramas se unen se originan los 64 hexagramas. O todas las manifestaciones originadas del amor y unión del padre y la madre.

Además, cada hexagrama, compuesto por 6 trazos, puede tener los trazos en equilibrio (7 y 8) con líneas fijas, lo que representará que el movimiento está sereno, o puede tener diferentes trazos en líneas mutables, que estén en un proceso de transformación, lo que significará que hay una tendencia en el movimiento raíz que se presenta.

Cuando leemos el I Ching lo podemos hacer como un libro de consulta o un oráculo, lo cual poco a poco nos ayudará a comprender los diferentes procesos en los que vivimos y porqué son originados o hacia donde nos conducen, pero también podemos estudiar el I Ching como una comprensión más profunda de la misma vida. Entender el I Ching no es sencillo, lleva toda una vida y requiere una dedicación personal exclusiva. Porque el I Ching no es un libro que se pueda estudiar y entender, digamos que es un mapa para poder profundizar en todos los movimientos que generarán las manifestaciones que experimentamos y el origen y la tendencia de cada una de las diferentes transformaciones que se originan en cada momento.

Las referencias de esta enseñanza estarían en el mismo texto de Fuxi, de difícil interpretación; los textos del rey Web  su hijo Zhou, y los textos de Confucio y sus discípulos.

Consulta del I Ching

La forma de consultar es variada, aunque normalmente en la forma original se utilizarían las 50 varillas de milenrama, que separaría las líneas quebradas y enteras según sean pares o impares generando las diferentes líneas, o la tirada de las tres monedas chinas.

En esta forma se seleccionan tres monedas y se entrega un valor par o impar, 3 o 2, a los dos lados de las monedas, luego se tiran seis veces las tres monedas simultáneamente y se suman los valores de cada tirada, los cuales nos darán: 2+2+2=6, 2+2+3=7, 2+3+3=8, 3+3+3=9. El resultado se anota de abajo a arriba.

Por último, cuando los resultados sean 7 y 9 tendremos una línea continua Yang, y la línea 9 será una línea en mutación que tenderá hacia un 8. Cuando los resultados sean 6 u 8 tendremos una línea discontinua Ying y el 6 será una línea en mutación que tenderá hacia un 7.

En la lectura, si nos sale por ejemplo: 6 , 7 , 9 , 8 , 8 , 6. El hexagrama sería :

Presente:                         Futuro:

6  _  _                                7  ___

8  _  _                                8  _  _

8  _  _                                8  _  _

9  ___                                8  _  _

7  ___                                7  ___

6  _  _                                7  ___

La lectura será pues del hexagrama 46 Sheng, el Ascenso, (donde deberemos leer las diferentes líneas 1ª, 3ª y 6ª) y tendencia en el futuro hacia el hexagrama 41 Shun, La mengua.

El realizar la tirada con las monedas chinas en particular tiene un sentido ya que la forma de las monedas chinas con un agujero cuadrado en el centro tiene una representación del universo. La moneda circular representa el principio creativo masculino y el espacio cuadrado interior representa el principio limitado femenino.

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