Meditación luz en el corazón

Expandiendo la luz de tu corazón

Todos los días paso y miro hacia dentro, unos instantes, así el cielo deja de estar fuera, y lo de arriba no resulta tan lejano. Luego miro hacia afuera y admiro todo lo que hay. Lo admiro unos instantes. Y esos son los momentos más sagrados y bellos del día. Cada día que pasa, unos instantes, miro primero hacia dentro y luego hacia fuera.

Con esta sencilla meditación mi vida tiene, cada día, un poco más de alegría. Y con estos sencillos pasos aprenderás a iluminar tu vida con la luz de tu corazón.

Primero respira profundamente. Realiza unas respiraciones profundas, exhalando con tranquilidad, inhalando con consciencia. Eres un instante de plenitud, arráigate en todo lo que sientes en tu respiración. Según continúas respirando, disuélvete más y más en cada respiración. Disuelve la prisa, el cansancio, la pereza, los pensamientos des-uniformes, las emociones, las creencias, el miedo, disuélvete todo tú, más y más, en cada respiración. Y mira hacia abajo, hacia adentro de ti.

¿Parece que hay no hay nada? Mira más hacia dentro, hacia el abismo del infinito que tú eres, y respira en ese abismo, en esa quietud, cada instante conviértelo en un regalo de dicha, de profundo descanso dentro de la totalidad que hay en ti.

No huyas de ti, continúa en ti, disfrutando de ti, descubriendo en ti.

En el interior de tu corazón todo es infinita alegría, infinita dicha que te envuelve y te calma. Y esa alegría surge en forma de luz y te alimenta. Siente esa luz que tú eres dentro de tu corazón. Todo está en calma dentro de ti, todo es luz. Y observa como la luz de tu corazón lo comienza a invadir todo en ti, todo tu mundo es invadido y llenado por la luz de tu corazón. Todo es abarcado por tu totalidad, por tu espacio. Siente eso. Mantente en ese sentimiento de expansión de tu espacio interior, de apertura de tu corazón lo más que puedas.

Tras un tiempo así permite que toda esa luz llegue a las palmas de tus manos, a tus ojos, sobre todo a tus ojos. En tus ojos hacia el mundo verás el mundo de las apariencias, las ilusiones. Cuando sientas que es el momento abre los ojos e ilumina cada una de las ‘cosas’ que conforman tu mundo ilusorio y temporal por la luz de tu corazón. Permite que la luz de tu corazón se expanda desde tus manos y sobre todo desde tus ojos impregnándolo todo, llenándolo todo, abarcando todo lo que ves. Siente como la luz de tu corazón llena tu espacio exterior. Y hay un punto, un ligero instante, donde ya no hay diferencia, tu mundo interior y tu mundo exterior no son dos mundos separados, sino que están unidos en la conciencia que todo lo contiene..

Carrito de compra
Scroll al inicio